La remodelación del Gobierno efectuada por Pedro Sánchez el pasado sábado ha sido y es el eje sobre el que han girado las tertulias e informativos políticos. Un movimiento político que, por supuesto, le ha servido a la oposición como arma arrojadiza. Toni Cantó, reciente nombrado director de la flamante Oficina del Español, recogió el guante de sus nuevos jefes, Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso, y censuró la renovación del Ejecutivo, pero le valió para que Jesús Cintora, en su programa de TVE Las cosas claras, le lanzara un dardo y pusiera en relieve la “verdadera” finalidad de su designación.

Durante la emisión del programa del lunes de Las cosas claras, Jesús Cintora se ha hecho eco de las críticas que Toni Cantó ha vertido sobre el tema de la semana y, probablemente, del verano: la remodelación del Ejecutivo. El periodista daba paso a las declaraciones del director de la Oficina del Español, quien se quejó en Twitter – su plataforma predilecta - de que el gasto “en cargos elegidos a dedo” por parte del Gobierno de Pedro Sánchez “sigue imparable”, arguyendo que aumentaba en “otro 17 por ciento” y superaba los “24 millones de euros”.

Los colaboradores del programa tomaban la palabra y censuraban la opinión del expolítico de Ciudadanos. Gloria Marcos calificaba al propio Cantó como un “ser absolutamente despreciable” y justificaba sus palabras aduciendo que “no hay nadie con tanto cinismo en la política española”. “Es capaz de ocupar un chiringuito y decir que los otros tienen chiringuitos”, agregó.

Cintora recogía el testigo de su colaboradora y tiraba de ironía para replicar las quejas del director de la Oficina del Español: “Toni Cantó cuestionando los cargos a dedo y el gasto de estos cargos… Toni Cantó”.

Pero el periodista abandonó la ironía para expresar lo que, a su juicio, tiene como fin su nombramiento. “Está demostrando que la Oficina del Español era una tapadera porque él realmente no se dedica eso”, avanzaba Jesús Cintora. Calificaba al ex de Ciudadanos como un “cohete sin rabo” que está “suelto” y “amenazando las canillas y los tobillos de todo el mundo”. “¿Pero a qué se dedica? Porque hay quien le critica que se dedica demasiado a tuitear”, deslizaba el presentador, quien concluía que, lo que está claro es que no tiene como objetivo “defender el español”. “Es para hacérselo mirar…”, zanjó.