'La Favorita 1922' es toda una declaración de intenciones. ElPlural.com ha tenido el privilegio de vivir in situ cómo era aquella España que hoy nos parece tan lejana y que la nueva ficción de Mediaset España pretende trasladar cada semana a los espectadores. Sin duda alguna, la lectura principal que se viene a la mente tiene que ver con que este es el mayor despliegue de Telecinco en los últimos tiempos; así, sin paños calientes.

Que la ficción con sello nacional en abierto sigue siendo un talismán para la audiencia es innegable; y si los estándares de calidad de cada uno de los capítulos se parecen a todo el decorado... el éxito debería estar asegurado. Mediaset España ha unido fuerzas por primera vez con Bambú Producciones para poner en marcha 'La Favorita 1922', una historia de época, pero que no pretende ser una más. Todo lo contrario.

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Hemos podido tocar la calidad

Los decorados de la serie nos han permitido, literalmente, viajar en el tiempo. Cada detalle estaba milimétricamente calculado en dos platós de enormes dimensiones y que suman casi 2.000 metros cuadrados. Cada uno de los diferentes espacios en los que se desarrollarán las tramas reproducen de manera muy fiel lo que era habitual en aquella España de 1922. Se ha prestado atención a cada detalle para no cometer errores ni tan siquiera en la cosecha que figura en las botellas de vino.

"No quedan artículos en ningún Rastro de España", se ha podido escuchar durante la visita guiada. Y lo cierto es que este planteamiento no parece extraño: muchos de los artículos que se verán en pantalla son originales, de aquella época en definitiva. Y si nos centramos en los elementos corpóreos de la escenografía, todo es elaborado con los materiales que parecen ser: hasta los callejones son reales, nada de cartón piedra. Tampoco podemos olvidarnos de algunos componentes hechos a medida para su disposición en plató.

Todos los decorados son creación de Marcelo Pacheco y Antoni López, ambos a la cabeza de la dirección de Arte.

El restaurante sin el que 'La Favorita 1922' no sería posible

Con una superficie de 352 metros cuadrados, el restaurante es un verdadero espectáculo de lujo y refinamiento propio de la época. Su entrada, caracterizada por una majestuosa escalera, columnas dóricas, y suelos de mármol, nos da la bienvenida a un mundo de esplendor. El salón principal, bajo una impresionante cúpula como mandaba la época, cuenta con un sistema de iluminación que puede simular tanto el día como la noche, creando el ambiente perfecto para cada escena.

Además, las estancias dedicadas al sector masculino de la época destacan por sus paredes de madera y una barra espectacular en una estancia circular, evocando el estilo y la elegancia de los primeros años del siglo XX. Y un detalle que refleja a la perfección el gran trabajo de Arte se puede incluso tocar: las paredes de la cocina están revestidas de azulejo real y hasta la decoración en los cristales de las puertas se cambió en varias ocasiones hasta dar con los idóneos.

Un espacio que evidencia a la perfección la diferencia de clases

Lejos del glamour del restaurante, la zona de servicio, con 332 metros cuadrados y una extensión de 115 metros cuadrados, muestra una faceta más algo austera. Desde las cocinas y zonas de repostería hasta la despensa y el patio interior, este espacio es completamente vital para las tramas que se desarrollan delante y detrás de las cámaras. La luminosidad de sus grandes ventanales, el suelo de baldosas bicolor y las paredes blancas contrastan con el resto del escenario. Evidentemente, se subrayan las grandes diferencias entre los mundos del servicio y la clientela.

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La casa de los protagonistas, historia de España

Ocupando 270 metros cuadrados, la casa de las protagonistas es un homenaje a la arquitectura decimonónica. Con suelos en espiga, puertas con montantes de cristal, y paredes marcadas por el paso del tiempo, este decorado cuenta historias de antaño y evoluciona con sus habitantes. Es un espacio que, a pesar de haber estado abandonado, se va llenando de vida y personalidad gracias a la interacción de unos personajes que darán mucho de lo que hablar.

Y lo más curioso de todo es que, visitando las habitaciones, muchos elementos pueden ser de lo más familiares para los espectadores. Las camas, los aparadores, las mesillas de noche... ¿quién no ha visto algo similar en "la casa del pueblo"? En palabras de Verónica Sánchez, la protagonista, 'La Favorita 1922' se centra en una España que no está tan alejada en el tiempo como puede parecer.

'La Favorita 1922' promete

Entonces, ¿es una gran apuesta 'La Favorita 1922? Por supuesto que sí. Desde que se pisa por primera vez el plató queda claro que esta serie es toda una declaración de intenciones con un presupuesto de la talla de las grandes producciones de prime time. Queda por ver el resultado de audiencias, pero, independientemente de su funcionamiento, el premio es seguir elevando la calidad de la ficción marca España.

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