El cierre de Canal Nou se está contemplando de cerca en muchos de los otros canales autonómicos donde los rumores y las amenazas en el mismo sentido se llevan escuchando meses. Pero quizás en ningún otro sitio como en Telemadrid se vive una situación con paralelismos a lo sucedido en Valencia: un ERE rechazado por el Tribunal Superior, y un presidente de comunidad, en este caso Ignacio González, que utiliza la amenaza del cierre si la salida legal a la situación que vive el canal no se ajusta a sus deseos.
Trabajadores de Telemadrid en una protesta por el ERE / EFE
El Tribunal Superior de Madrid dicto improcedente el ERE
Estos son los antecedentes. El pasado mes de abril, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) decretaba "no ajustado a derecho", lo que antes se conocía como 'improcedente' el ERE de Telemadrid, por el que habían salido 829 trabajadores, a los que la empresa había sumado 32 despidos más. Esta sentencia es diferente que la que ha tomado el TSJ valenciano, que ha decretado nulo el ERE y obliga a la readmisión de los trabajadores. El Alto Tribunal madrileño con su sentencia abría una doble posibilidad, la readmisión de los trabajadores, o su despido, pero no como lo había hecho la empresa conforme a la reforma laboral del PP (20 días por año, con 12 mensualidades tope), sino con una indemnización de 45 días por año.
La sentencia 'hizo feliz' al gobierno 'popular' de Madrid, hasta el punto de que Ignacio González se declaró satisfecho, pero no a los trabajadores, que recurrieron ante el Supremo. "Lo hicimos porque no queríamos más dinero, que además no sale del bolsillo de los políticos que tan mal han gestionado Telemadrid, sino del de todos los ciudadanos..., nosotros lo que queremos son los puestos de trabajo", dicen a ELPLURAL.COM en fuentes del Comité de Empresa.
"Las televisiones autonómicas no son el cortijo del PP"
La reacción de Ignacio González, cuando se supo de este recurso fue inequívoca, la amenaza: "Si nos declaran nulo cerraríamos Telemadrid, aunque tengo confianza de que esto no va a pasar". Lo sucedido en Valencia este martes pareciera reforzar el lado amenazante de esas palabras, pero los trabajadores de la televisión pública madrileña dicen que no van a dar un paso atrás: "No nos asustan las amenazas de cierre, al contrario nos sirve de acicate, porque lo que viene a decir la Justicia es que tenemos razón", nos dicen en Telemadrid y remachan que "lo triste es que no se den cuenta que igual que Canal Nou no es del PP valenciano, Telemadrid no es el cortijo del PP madrileño ni de ningún partido, sino que son todos los madrileños sus dueños".
En el Comité de Empresa de Telemadrid hacen una denuncia más que, según ellos, vendría a demostrar que los ERE en estas televisiones no están pensados para ahorrar dinero. "El presupuesto aprobado en el contrato marco de Telemadrid para 2014 es de 80 millones de euros, sólo un 1,6% menor que el de 2013. Es decir, ¿han despedido a 861 trabajadores y sólo para ahorrar una cantidad ridícula?".
El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, posa con una camiseta del Atlético de Madrid con su nombre, regalada por Enrique Cerezo, a su vez, gran beneficiado de Telemadrid
Productoras beneficiadas
La opinión de los trabajadores de Telemadrid es que en realidad lo que se está produciendo es una situación diferente. "Aquí lo que se está haciendo es traspasando el dinero público para privatizar la cadena y financiar productoras afines". Y señalan a las empresas que han 'ganado' dar los servicios técnicos tras el ERE, CBM, una empresa de la superproductora Secuoya, y TBS. "Y por supuesto, los intereses de Enrique Cerezo, que ha firmado durante años contratos de 'saqueo' con Telemadrid para sus empresas, como uno por imagen del Atlético de Madrid de 230 millones, luego otro de pulbicidad de TM en el Calderón por 24 millones, se ha quedado con la gestión de la publicidad a través de su empresa Mediapark... Si la deuda de Telemadrid está entorno a los 200 millones, podemos decir que ese es el dinero que como mínimo han ganado las empresas de Cerezo".
