Todos los focos están puestos en el miércoles. A las 09:00 horas de la mañana, el presidente del Gobierno se subirá a la tribuna del Congreso de los Diputados, por primera vez, para hablar sobre los casos de corrupción que han laminado la imagen del PSOE y del propio Ejecutivo. Durante estas últimas jornadas, los grupos del bloque de la investidura han intensificado su estrategia de presión sobre el líder de los socialistas, quien ya dejó algunas migas de pan el pasado sábado en su discurso de apertura del Comité Federal en Ferraz. Anunció 13 medidas internas, que sonaron insuficientes para sus aliados, aunque dejó caer que también habría una batería de iniciativas a escala de país. De hecho, el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, ha confirmado que habrá un “paquete potente” legislativo en materia anticorrupción.

Antes de que el súper ministro efectuara el anuncio en el marco de los Desayunos del Ateneo, el socio minoritario de la coalición hurgaba con mayor vehemencia en la herida socialista. Ante la falta de respuesta de un PSOE al diagnostican en “absoluta parálisis”, Sumar “tomaba la iniciativa” para arrastrar a sus aliados al “giro copernicano” que Yolanda Díaz le pedía a Pedro Sánchez. Una vuelta de tuerca no sólo al libreto de estilo contra la corrupción, sino también una revolución a las iniciativas sociales de la coalición para recuperar la “confianza” de la ciudadanía tras los escándalos de Santos Cerdán, José Luis Ábalos y, el último – aunque se encuadra en un caso de presunto machismo -, el de Paco Salazar, acusado de comportamientos impropios con mujeres de su entorno laboral.

Sánchez puso pie en pared el sábado en el Comité Federal, sacando lustre a los estatutos del partido con cambios orientados a evitar un nuevo caso Cerdán. Una batería de 13 de medidas que sería el aperitivo del miércoles. Pero la falta de concreción en las iniciativas a nivel de país tiene en vilo a todo el bloque de la investidura; con mayor incidencia entre las filas de Sumar. Los magentas no se bajan del carril de la presión continúa a Sánchez, sabedores de que el caso Cerdán un misil de alta precisión contra la línea de flotación del Gobierno.

Por ello, cogen el toro por los cuernos e insisten en que Sánchez debe hacer lo propio. Como mínimo, apuntan fuentes del partido, tomarse en serio la situación porque entienden que es crítica. El socio minoritario de la coalición detecta cierta “parálisis” en un PSOE que continúa en “estado de shock” tras el informe de la UCO. De ahí que se hayan cansado de esperar y hayan movido la primera ficha de peso en la partida.

Estas mismas voces apuntan a que el Grupo Plurinacional impulsará en el Congreso una proposición de ley para crear una Oficina Anticorrupción. Una iniciativa que da respuesta a las presiones provenientes de Bruselas para cumplir con lo estipulado en el GRECO (Grupo de Estados contra la Corrupción). Además, en clave social, inocularán en el Consejo de Ministros el debate sobre la retribución del permiso paternal. En cualquier caso, pese a tales movimientos, subrayan que el presidente no hablará en nombre del Gobierno cuando suba a la tribuna del Congreso.

El Gobierno promete “medidas potentes”

Ante las presiones de los socios, especialmente esta vehemencia renovada de Sumar, el ala socialista recoge el guante de sus socios y admiten que es necesario “recuperar la confianza” perdida tras el estallido del informe Cerdán. “Ahora es el reto”, ha sentenciado el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, en Los Desayunos del Ateneo, donde percutía en la imperiosa necesidad de que casos de corrupción, aunque “pocos, pero muy graves”, no manchen la lucha de Moncloa contra la corrupción. De hecho, lo ha definido como una “seña de identidad de nuestro Gobierno”. Por ello, exponen que no se trata de “resistir”, sino de “profundizar en la agenda social y de transformaciones”.

Todos los focos de esta semana están puestos sobre el primero de los dos Plenos monográficos que se celebrarán el miércoles en el Congreso de los Diputados. El primero de ellos se acotará a los casos de corrupción en el seno de la organización socialista. Una crisis que el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha tratado de cerrar este fin de semana en la reunión del Comité Federal, con el anuncio de 13 medidas de carácter interno, así como la reestructuración del organigrama del partido con la descentralización de la Secretaría de Organización. Estas iniciativas, además, irían acompasadas de otras, pero a nivel nacional.

Aún no han trascendido cuáles serán y la expectación en los socios del Ejecutivo, tanto parlamentarios como del propio Gobierno, es máxima y los nervios están a flor de piel. Desde Moncloa, a través del ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, han tratado de tranquilizarles al asegurar que este miércoles, Sánchez presentará un “paquete potente de medidas” contra la corrupción, calmando así la sed de movimientos por parte del bloque de la investidura.

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