La localidad de Cabezón de la Sal ubicado en Cantabria vive una de sus jornadas más convulsas a consecuencia de un suceso que bien merece una repulsa conjunta de la sociedad. En este sentido, la versión veraniega del programa 'Y ahora, Sonsoles' destapa el disparatado caso de una cuidadora estafadora de ancianos que, sin ápice de empatía, ha vaciado la cuenta bancaria de un hombre nonagenario. El espacio de Antena 3 se desplaza hasta la zona norte de España para conocer de primera mano todo lo que había ocurrido, contando además con un testimonio clave.

Esta mujer cuya identidad no es revelada en ningún momento se encargaba de asistir a un vecino de avanzada edad; sin embargo, se aprovechó sin pudor de situación para pulirse unos ahorros de toda una vida que no eran suyos: en total, el desfalco asciende a aproximadamente 40.000 euros. Sin embargo, la situación se torna todavía más rocambolesca puesto que utilizó su artes de convicción para domiciliar en una cuenta bancaria a su nombre la pensión del hombre en cuestión. La Guardia Civil ha tenido que intervenir en este asunto, pero, por el momento, no se ha comunicado si la víctima ha podido recuperar el dinero.

"La cuidadora le ha quitado todo su dinero. [...] Ambos acordaron que ella le cuidaría a cambio de una retribución económica, pero se aprovechó de que vivía solo para engañarle. La Guardia Civil dio la voz de alarma cuando el anciano denunció que su cuidadora le había robado 8.000 euros que tenía en su domicilio. Además, comprobaron en el banco que su cuenta estaba vacía", aseguran desde Antena 3. De hecho, no quedaba rastro alguno de los 32.000 euros restantes que tenía ahorrados; de hecho, su cuidadora los había sacado en cajeros automáticos y compras por internet.

Según las alegaciones del jubilado, la mujer le terminó convenciendo para gestionar sus ahorros y hasta le persuadió con toda intencionalidad para que cambiase el testamento. Toñi, una de las vecinas, se pone delante de los micrófonos de 'YAS Verano' para confirmar que anteriormente eran sus sobrinas las herederas legítimas de su legado: "Después las quitó. Él se sentó aquí con nosotras y nos dijo que iba a poner el testamento a nuestro nombre. Yo no sé, pero esta chica vino luego después de por ahí y nos quitó todo: del testamento, las llaves de la casa. Él nos lo había dado todo y ella nos lo quitó todo".

Detienen a la estafadora y pasa a disposición judicial

La cuidadora estafadora ya ha sido detenida y puesta a disposición judicial mientras continúan las investigaciones. De hecho, en el punto de mira de los agentes se encuentra el compañero sentimental de la mujer como posible cómplice "por colaborar con ella para cometer los delitos de estafa y hurto". Las sospechas se destaparon a consecuencia de la intervención de los servicios sociales, desde donde se denunció que la víctima manifestaba que le faltaba dinero que tenía en efectivo en su casa. Esta cantidad en cuestión asciende a 8.000 euros.

Tras darse a conocer estas informaciones, la periodista Gema Peñalosa aporta nuevos datos en pleno directo: "Cada vez que él manifestaba que le faltaba dinero, como ella disponía de ese efectivo, lo colocaba en un cajón, abría ese cajón y le decía: 'No, ¿no te acuerdas que lo dejaste aquí?'. Vamos, que le estaba volviendo un poco loco a este señor". Poco a poco, los investigadores fueron atando cabos hasta descubrir todo lo que estaba sucediendo y terminar por detener a la cuidadora. "Le estaba sometiendo a una especie de maltrato psicológico", prosigue exponiendo.

Habla el vecino que dio la voz de alarma

Pablo Casal, vecino de la víctima, también atiende a la reportera de 'YAS Verano': "Es cliente habitual y como cada día, viene y hablamos del tiempo. Ese día le vi afectado y me contó que le faltaba dinero, que le habían robado... Nos contó toda la historia, primero lo del sobre, que lo justificó diciendo que igual era para los gastos que tenía la chica de la comida o lo que le decía ella. Luego, cuando fue a mirar el otro sobre donde tenía lo gordo fue cuando ya se preocupó". En ese momento, se le sugirió que llamase a la Guardia Civil, pero antes fueron al banco.