El juicio de la pieza del caso Gürtel, en el que el expresidente de la Generalitat valenciana, francisco Camps, se sienta en el banquillo de los acusados por, presuntamente, ordenar amañar varios contratos a favor de la empresa de la trama corrupta Orange market, ha comenzado, como siempre, con un monólogo de Camps ante los periodistas. Sin embargo, el juicio ha tenido que ser suspendido después de que las defensas no hayan podido acceder a varios documentos, entre ellos el escrito de acusación provisional de la abogacía de la Generalitat, recién personada en la causa. El magistrado presidente ha citado a las partes el próximo lunes. 

En cuanto a Camps, preguntado por si tiene esperanza de volver a la primera línea de la política si sale inocente, Francisco Camps no lo ha dudado. “Sí” ha dicho de forma contundente. El expresidente afirma que la declaración de su número dos, y de los integrantes de la trama, Francisco Correa, Pablo Crespo y Álvaro Pérez “han llegado a un acuerdo con la Fiscalía. Un acuerdo que es un pacto espurio.

Camps, como es habitual en él, ha cargado contra el presidente de la Generalitat, Ximo Puig. Por quien he sido perseguido durante estos años es por Ximo Puig. Ximo Puig es presidente de la Generalitat porque me persiguió de manera absolutamente histérica y fanática y brutal. Ximo Puig tiene aquí a un abogado personal, porque el fue el primer que empezó a acusarme. Tiene un abogado de la Generalitat que pagamos todos los valencianos. El moroso de Ximo Puig me debe el dinero del recurso que presentó cuando fui absuelto de la causa de los trajes.

Contra los fiscales

Pero el Molt Honoratble ha tenido para todos. “Estamos aquí ante una situación desde mi punto de vista anómala. Es un escándalo absoluto la Fiscalía Anticorrupción durante estos 14 años intentando de una u otra manera destruir mi trabajo como presidente de la Generalitat, y el de tanta gente que colaboró en aquel gran proyecto que pusimos en marcha en la Comunidad Valenciana. Espero que salga bien como las otras nueve causas que he tenido estos años. He sido perseguido por un hipotético regalo de trajes. Siempre he contado la verdad, siempre he colaborado con la justicia como español y como responsable político. Espero que por fin esta pesadilla que es muy larga, es muy dura y es brutal, termine de una vez por todas”.

Sobre la pieza que se juzga ha aseverado, “son cerca de 70 contratos menores, aquí nadie de las personas juzgadas se ha llevado un solo euro al bolsillo. No ha habido ni una transferencia de dinero público a ningún sitio que no sea al pago de aquellas cosas que se hicieron con estos contratos. Por tanto, no hay malversación de dinero público, no hay enriquecimiento injusto, no hay dinero para el Partido Popular. Son contratos que la Abogacía de la Generalitat ya dijo en su momento, con dos informes, que estaban bien hechos”.

Y ha apostillado: “Considero que de este juicio ya fui juzgado cuando la causa de los trajes, porque el TSJ y el Tribunal Supremo decidieron que solo se me juzgara por los hipotéticos regalos, que como saben no hubo. Por lo tanto, no sé exactamente muy bien qué hacen mis compañeros de Gobierno, ni qué hago yo hoy aquí. Confío en la Justicia, confío en el funcionamiento del Estado de Derecho español. Y confío que, como en las otras nueve causas, esto acabe como tiene que acabar, que es con la absolución”.