El empresario Luis Medina Abascal no está preocupado, tras ser imputado por las millonarias comisiones que recibió por lo contratos de las mascarillas en plena pandemia, y, además, reprocha a la investigación de la Fiscalía Anticorrupción situarse en un sesgo ideológico determinado por el Ministerio Público. 

Luis y su socio, Alberto Luceño, aprovecharon que tenían relación con un primo del alcalde, José Luis Martínez-Almeida, para ofrecer material sanitario llegado desde China: 11 millones de dólares en contratos de mascarillas, test y guantes; en los cuáles se  incluían 6 millones en comisiones para los dos empresarios. 

En declaraciones al diario LOC Medina ha comentado que: "Me dedico al comercio internacional, he conseguido con un amigo material sanitario para el Ayuntamiento de Madrid cuando más se necesitaba durante la pandemia, tengo un contrato perfectamente legal. No hay irregularidad alguna". 

Además, ha determinado, tras conocer la decisión judicial, que "la Fiscalía, ya sabes, son todos de izquierdas”. También ha añadido que lo que busca es saber si “su socio y él le pagamos a algún político para conseguir los contratos”. En este sentido ha indicado que “no hay nada de eso” y que “está muy tranquilo”. 

El titular del Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid, Adolfo Carretero, ha imputado a Luis Medina y su socio, Alberto Luceño, por irregularidades en los contratos de compra-venta de mascarillas. 

Ambos tendrán que declarar el próximo 25 de abril a las 12:30. La Fiscalía Anticorrupción se querelló contra ambos por supuestos delitos de estafa agravada, falsedad documental y blanqueo de capitales; en el que entre los dos cobraron más de 6 millones en comisiones por el contrato de las mascarillas: Luceño cobró en total 5,1 millones de dólares y Medina un millón de dólares.

Ningún contrato firmado

Medina, ha dicho, quiere demostrar su transparencia y para ello ha entregado una serie de documentos, como la factura de compra del barco, que, al parecer, habría comprado con la comisión del contrato de mascarillas. 

Ha negado que le hayan embargado ningún bien, solamente las cuentas personales y que ha defendido que simplemente fue un intermediario en el contrato y que "no ha hecho nada ilegal". Del mismo modo, ha recalcado que no ha firmado nada, "ningún contrato".