Hervé Falciani trabajaba en una oficina del HSBC en Suiza y por su ordenador pasaban los listados de las grandes fortunas europeas (entre ellas españolas) que ocultaban sus millones en Suiza para no pagar impuestos. Estalló la crisis y las prácticas cuasi delictivas de muchos bancos salieron a la luz. Las razones por las que Falciani decidió copiar los datos de miles de evasores fiscales y los entregó al Gobierno francés sigue siendo un misterio. Porque el trabajador del HSBC sabía que cometía un delito, por lo que se escondió de las autoridades, huyó a España y aquí fue encarcelado. Ahora la Audiencia Nacional lo pondrá en libertad en dos o tres semanas.

Provocó la mayor regularización fiscal de la historia de España
Una vez que Falciani entregó el listado al gobierno francés, que por aquel entonces presidía Sarkozy, éste  pasó los datos a los de otros países europeos como Italia, España, Grecia, Alemania o Reino Unido porque aparecían ciudadanos de esos países. Gracias a su información el Gobierno de Zapatero descubrió hasta septiembre de 2.010 a 659 personas con dinero en Suiza, a las que se les exigió regularizar su situación con hacienda, provocando "la mayor regularización fiscal de la historia de España", en palabras del entonces secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña. El caso que más notoriedad obtuvo fue el de Emilio Botín, presidente del Banco Santander, y varios miembros de su familia.

Colaboración con la justicia
Hervé Falciani fue detenido el pasado 1 de julio en el puerto de Barcelona cuando se bajaba de un ferri procedente de la localidad francesa de Sète. En un control rutinario de documentación los agentes descubrieron que había una orden internacional de captura emitida por Suiza.

La fiscalía pide su libertad en razón del tiempo que ya lleva en la cárcel, en previsión de que el proceso de extradición se dilate en el tiempo, y porque las propias autoridades suizas reconocen que Falciani colaboró con las autoridades fiscales y judiciales de varios países para delatar a presuntos defraudadores.

Hay más razones para su puesta en libertad que esgrime la fiscal de la Audiencia Nacional Dolores Delgado. Entre ellas que los delitos que se le imputan, revelación de secretos y vulneración del secreto bancario (este último no existe en España), implican penas que no superarían los dos años de cárcel.

Libertad bajo vigilancia
La fiscal pide que Falciani quede en libertad pero con medidas cautelares: se le retirará el pasaporte, deberá comparecer cada tres días ante un juez, prohibición de abandonar España, obligación de fijar domicilio y de comunicar a la Audiencia Nacional cualquier cambio de domicilio y número de teléfono móvil donde pueda ser localizado permanentemente.