El rey emérito Juan Carlos I cumple 85 años este 5 de enero. El monarca celebra su aniversario a la espera del juicio por acoso contra su examante, Corinna Larsen. Un juicio que se celebrará en el Tribunal Superior de Londres donde, el padre de Felipe VI, llega con una victoria sobre la demandante, pues la corte de apelaciones avaló su inmunidad para no se juzgado por los hechos ocurridos previamente a su abdicación, el 14 de junio de 2014 aunque, como dice el fallo, las motivaciones del emérito fuesen privadas y constituyesen un abuso de poder.

Esa decisión merma, y mucho, el contenido de la demanda presentada por Larssen, pues el grueso de las acusaciones ocurrió mientras Juan Carlos I aun era Rey de España. Unas acusaciones que incluían episodios de acoso, vigilancia y difamación que Larsen asegura haber sufrido tras abandonar al rey en 2009, pero que se hicieron insoportables en 2012, al hacerse públicas las famosas instantáneas de la cacería en Botswana donde Juan Carlos I tuvo que ser repatriado a España tras romperse la cadera.

Es más, en la resolución, la misma corte, formada por dos juezas y un juez, también exoneró tanto al Centro Nacional de Inteligencia (CNI), como a su entonces director, Félix Sanz Roldán, quienes presuntamente, y siempre según la versión de la demandante Corinna Larsen, fueron el brazo ejecutor de Juan Carlos I.

Aunque el monarca emérito sobre el papel solo ha conseguido no ir a juicio por un periodo de dos años, el que va de abril de 2012 a junio de 2014, la realidad es que lo denunciado por Larssen después de esa fecha tiene mucho menos peso que lo que, supuestamente, había sucedido con anterioridad. Eso sí, el juicio por acoso sigue adelante, con la consiguiente mancha en la imagen de la monarquía española.

Tal y como ha ocurrido en otros casos similares, podría suceder que los abogados de Juan Carlos I quisieran llegar a un acuerdo extraoficial para evitar el consabido escándalo. Pero, por el momento, es posibilidad de antoja lejana, más si se tienen en cuenta las declaraciones realizadas hasta la fecha por el despacho que representa al emérito, cuyos letrados afirman que Juan Carlos I, “niega enfáticamente que iniciase o dirigiese cualquier acción de acoso contra Corinna, y rechaza, en consecuencia, todas las alegaciones de su examante”.

Sin embargo, Michael Kim, socio de la firma de abogados Kobre & Kim, que representa los intereses de Larsen, la sentencia que otorga inmunidad al monarca emérito no es para tanto. Kim aseveró a los medios, tras conocer el fallo, que “la demanda de Corinna ahora puede avanzar hacia el juicio en el Alto Tribunal de Londres. La sentencia afecta a muy poco, solo al período en el que Juan Carlos era rey de España. La mayor parte de la demanda, desde 2014, no está afectada por esta sentencia y debería ir a juicio porque plantea serias alegaciones de acoso que se prolongaron durante mucho tiempo y serán examinadas con detalle cuando se celebre el juicio”.