Mario Tabasco, el jefe de servicio de Prevención de Riesgos Laborales de Madrid Salud, ha declarado esta mañana en el juzgado que investiga la estafa y el cobro de comisiones millonarias en el caso mascarillas. Tabasco fue la persona que analizó una de esas mascarillas y que le envió al gerente de Madrid Salud, Antonio Prieto, un correo explicando que eran defectuosas. El funcionario ha relatado que, que él sepa, los productos sanitarios que compró el Ayuntamiento de Madrid no pasaron ningún control de calidad antes de ser repartidos.

Además, Mario Tabasco también ha dicho que la documentación que acompañaba a las mascarillas, y que debería certificar su calidad, venía en chino y que, hasta donde él sabe, no se tradujo. Este hecho es relevante puesto que existe un informe de la Policía Local sobre esa documentación. Un informe que acredita su legalidad.

Por eso, el magistrado instructor, Adolfo Carretero, ha citado a principios de julio al agente que lo redactó para que explique cómo hizo el referido informe si la documentación presentada por los imputados Alberto Luceño y Luis Medina venía en chino.

La letrada de Más Madrid ha declarado a la salida de los juzgados de plaza Castilla que: “Claro, es que ha relatado que no puede asegurar que se cumplía la normativa porque toda la documentación venía en chino. Respecto de la calidad, ha dicho que solo hace una valoración visual porque eran los medios con los que contaba. Como funcionario hace lo que puede. Nos aclara que la mascarilla no tenía goma, viene con una especie de material textil adherido, que hay que despegarlo. Cuando él despegó la que analizó se rompió, se rasgaba, lo que impide ponerlo en la oreja y también impide la protección del filtrado cien por cien”.

En referencia a la traducción, la letrada afirma que es importante lo dicho por Tabasco de que no se tradujo la documentación porque “hubo una excepcionalidad en aquella época en la que se permitía que los productos no vinieran con el marcado CE, pero tenían que cumplir una normativa. Lo que venía de China, venía con un marcado GB2626, que es la KN95, pero deberían aportar la documentación acreditativa de que efectivamente se cumplía con toda esa normativa. Pero esa documentación que se facilita está en chino. Y, a día de hoy, nadie la ha traducido ni la ha podido comprender”.

El juez Carretero

En otro orden de cosas, el magistrado instructor ha emitido un auto en el que afirma que, “resulta útil la prueba de acreditar la calidad de las mascarillas, aunque la Sra. Collado hubiera dicho que eran válidas porque, aparte que la Sra. Collado no es ninguna experta para determinarlo, existe un correo de Mario Tabasco, jefe de Prevención de Riesgos Laborables del Ayuntamiento de Madrid dirigido a un superior donde duda de la calidad de las mascarillas”.

Por tanto, el juez afirma que “parece adecuada la petición subsidiaria del letrado de Luceño de que Aenor realice una prueba ciega tal y como propone respecto de la calidad de las mascarillas para garantizar su imparcialidad”.