En el caso mascarillas, que investiga una presunta estafa de dos empresarios, Luis Medina y Alberto Luceño, al Ayuntamiento del Madrid para traer material sanitario en plena pandemia, se ha producido una vuelta de tuerca absolutamente inesperada. Alguien, que dice ser el empresario malayo San Chin Chon, dueño de la empresa que proporcionó todo el material, ha enviado un correo electrónico al juzgado que instruye la causa exonerando a ambos investigados. 

Llama poderosamente la atención la recepción de este correo, adelantado por Eldiario.es, puesto que las autoridades malayas habían informado al Juzgado de Instrucción Número 45, de que San Chin Chon no tenía intención de colaborar con las autoridades españolas en este caso.

En cuanto al contenido del correo, en el mismo, el supuesto empresario malayo afirma que, ni Medina, ni Luceño, alteraron los precios del material sanitario, como las mascarillas, los guantes y los test anticovid. De hecho, dice que, aunque no hubieran intervenido en el proceso ambos empresarios, los precios habrían sido los mismos, pero que los necesitaba para cerrar el negocio con el Ayuntamiento del Madrid. El presunto San Chin Chon también dice que ambos son "agentes exclusivos" de su empresa, hecho que Luceño ha declarado ante la Fiscalía Anticorrupción y ante el magistrado instructor.

Incongruencias

En cuanto a la incongruencia con lo dicho por las autoridades malayas, dice el firmante del correo que siempre quiso colaborar, que y no fue hasta que Alberto Luceño le informó de que desde Malasia decían que se negaba a hablar con el juez, que supo que esto estaba sucediendo. Explica que no tiene problemas para contestar las 19 preguntas enviadas por el juzgado, de hecho, lo ha hecho. Para identificarse, la persona que ha redactado el correo ha puesto el número de pasaporte de San Chin Chon.

Por el momento, el juez ha enviado el contenido del correo al servicio de traducción de los juzgados de plaza Castilla, y ha emitido una providencia dando por recepcionado el mismo.