Fútbol y geopolítica, dos temas que se suelen mezclar a menudo. La Eurocopa 2024, que se celebra este mes en Alemania, está dejando varios episodios relacionados con esta cuestión. Después de los cánticos de aficionados croatas y albanos sobre "matar serbios", las relaciones entre Turquía y Alemania se han tensado a raíz de un incidente vivido durante un partido. Merih Demiral, defensa turco, realizó un polémico gesto en la celebración de su segundo gol ante Austria en los octavos de final del torneo. La UEFA ha sancionado al zaguero con dos partidos de expulsión, pero las reacciones internacionales han trascendido de lo deportivo al ámbito diplomático.

La selección de Turquía se aseguró el pase a cuartos de final tras vencer a los austriacos por 1-2 este martes. Demiral fue la cara y la cruz del enfrentamiento, ya que a pesar de apuntarse los dos tantos de los turcos, el defensor ha sido suspendido por la UEFA para los próximos dos partidos. El defensor realizó el símbolo del 'Lobo Gris' durante la celebración del segundo de los goles, gesto que se asocia con grupos de extrema derecha ultranacionalistas de Turquía. El máximo organismo del fútbol europeo prohibió expresamente los mensajes políticos durante la Eurocopa, tanto en la grada como en el campo.

Alemania llama "fascista" a Demiral y Turquía le defiende

El suceso ha abierto un conflicto diplomático entre Turquía y Alemania. El gobierno germano, que dirige Olaf Scholz llamó a consultas al embajador turco. Tras las críticas de varios ministros alemanes a Demiral, Ankara hizo lo propio con el embajador de Alemania en Turquía. La tensión ha aumentado cuando Erdogan, presidente turco, ha modificado su agenda para estar en Berlín este sábado, cuando su selección se enfrenta a Países Bajos en los cuartos de final de la Eurocopa. De esta manera no estará en Azerbaiyán, donde tenía una cumbre a la que mandará a Cevdet Yilmaz, su vicepresidente.

Mientras la UEFA investigaba el incidente, el gobierno de Alemania criticó públicamente a Demiral. Nancy Faeser, ministra de Interior, dijo que "utilizar la Eurocopa como plataforma para el racismo es completamente inaceptable", y añadió que "los símbolos de la extrema derecha turca no tienen cabida en nuestros estadios". La respuesta desde Ankara ha sido defender a su jugador, acusando a los alemanes de "xenofobia". El ministro de Exteriores de Turquía, Hakan Fidan, afirmó que el 'Lobo Gris' es un símbolo histórico y cultural, y que Demiral lo ejecutó en un momento de celebración sin intención de ofender a nadie.

Cem Özdemir, ministro de Agricultura alemán de ascendencia turca, ha criticado duramente a Demiral: "Es verdad, no hay nada oculto en el saludo del lobo". En su cuenta de X ha añadido que "su mensaje es de extrema derecha, simboliza el terror y el fascismo. Cansa discutir sobre esto. La UEFA tiene que tomar medidas". Sobre el significado histórico del gesto, Düzen Tekkal, activista kurda perseguida por el movimiento 'Ulkucu' ha explicado que se trata de un insulto: "El saludo del lobo no es un gesto inocente. Representa el deseo de aniquilar a los armenios, kurdos, alevíes, griegos, yazidíes y judíos. Los lobos grises deberían estar prohibidos en Alemania".

Los 'Lobos Grises': el movimiento neofascista que reivindica Demiral

El símbolo del 'Lobo Gris' consiste en replicar la forma de la cabeza de un lobo con las manos. Demiral reprodujo este gesto, utilizado por el movimiento Ulkucu, una organización turca considerada como terrorista y neofascista, y que defiende el ultranacionalismo islamista. El movimiento tiene más de 12.000 miembros en Alemania, según la Oficina Federal para la Protección de la Constitución. Demiral, lejos de recular, dijo ante los medios al terminar el partido que tiene "un sentimiento muy fuerte por su país". Tras reivindicar que se siente "tremendamente orgulloso de ser turco", el defensor del Al-Ahli saudí publicó la imagen de la celebración en sus redes sociales, acompañada del mensaje "¡Qué feliz el que dice ser turco!".

Alemania es el país del mundo que acoge a más turcos fuera de sus fronteras, con tres millones de personas. Ambos gobiernos han protagonizado momentos de tensión en el pasado reciente. Tras el ataque de Hamás a Israel el 7 de octubre, Erdogan se opuso al mensaje de su socio -ambos países son miembros de la OTAN-, calificando a Israel como "un estado terrorista" responsable de un "genocidio" contra la población de Palestina, con el apoyo "ilimitado" de Occidente. También hubo encontronazo por el encarcelamiento de ciudadanos alemanes en Turquía y por las declaraciones que hizo Erdogan en tiempos de Angela Merkel, cuando comparó el país con "la Alemania nazi".

Indignación por la diferencia de criterio de la UEFA con Bellingham

No ha sido la única polémica relacionada con celebraciones durante esta jornada de la Eurocopa. La selección de Inglaterra estará en los cuartos de final, después de vencer 2-1 a Eslovaquia el pasado domingo. Los ingleses forzaron la prórroga en el último suspiro, con un gol de Jude Bellingham en el minuto 95 del tiempo de descuento. En la celebración el jugador del Real Madrid realizó un gesto obsceno, llevándose la mano a la entrepierna. El inglés explicó ante los medios que "es un gesto de broma interna hacia algunos amigos cercanos que estaban en el partido".

Este viernes, la UEFA se ha pronunciado por el polémico gesto de Bellingham, en una decisión que ha causado indignación en la comunidad futbolera. Según Fabrizio Romano, el inglés ha recibido un partido de suspensión, además de una sanción económica de 30.000 euros. La particularidad, a diferencia de Demiral, es que la sanción de Bellingham es valida durante un año, por lo que podrá elegir en qué partido la cumple. El centrocampista podrá jugar contra Suiza este sábado para intentar meterse en las semifinales de la Eurocopa.

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