El escueto programa electoral de Vox consta de apenas 10 puntos distribuidos en 25 páginas mal escritas. Una extensión limitada, pero que recoge sus propuestas fundamentales, entre las que destaca su postura con respecto a los colectivos LGTBI. De hecho, la ultra Giorgia Meloni (Fratelli d’Italia) se encargó de subrayar en un mitin del pasado fin de semana el concepto de “familia natural”, al que Santiago Abascal no es ajeno. El presidente de la formación ultraderechista española afirmó en una entrevista en El Hormiguero que primaría a los matrimonios formados por un hombre y una mujer frente a parejas homosexuales a la hora de adoptar.

Con este escenario como telón de fondo, una usuaria de Twitter ha respondido a Abascal con un hilo que ha agitado las redes sociales y acumula impacto a cada minuto.

Luda Merino, tal y como figura en su nombre de Twitter, ha explicado que ella misma es adoptada, por lo que habla con conocimiento de causa: “Me quedé con ganas de contestarle y explicar a la gente, como adoptada que soy, por qué esa frase no tiene pies ni cabeza”.

En primer lugar, para poner en contexto su argumento, ha recordado la frase textual de Abascal: “Yo creo que es preferible que un niño tenga un padre y una madre. […] Pienso que tienen que tener preferencia a la hora de adoptar. Ahora me dices: ¿hay un niño que no lo adoptan, que no lo quiere nadie y lo van a adoptar dos homosexuales? Yo les aplaudo. Pero yo creo que es preferible, pudiendo elegir, que un niño esté con un padre y con una madre”.

La usuaria explica que, de primeras, hay un error clamoroso y es que los niños “no se eligen”, pues “en la mayoría de países las adopciones se producen por asignación”: “Es decir, la agencia de adopción asigna una familia a un niño que no la tiene (porque así se enfoca. No es ‘un niño para una familia’, es ’una familia para un niño)’”.

Se tienen en cuenta, por ejemplo, criterios como la edad: “Dependiendo de la edad del adoptante suelen escoger una horquilla de edad del adoptado. Dicho de otra forma: normalmente, a más mayores son los padres, más mayor es el niño. Mi madre adoptó con 40, le tocó una niña de 3”.

Ha continuado matizando que “la asignación puede variar”: “Al inicio mi madre pensaba que le asignarían un niño de 5 años. Otra cosa que toman muy en consideración son los perfiles psicológicos, y para eso los padres tienen que ser ‘idóneos’”. Esto es, ser “apto para adoptar” o no: “Los padres suelen alegrarse muchísimo cuando les confirman que son ‘idóneos’”. Para ello, se valora su perfil, estilo de vida, recursos…

“Es decir, si a dos mujeres/hombres les han dado el visto bueno para adoptar, es que son tan aptos como cualquier pareja heterosexual. Y lo mismo para familias monoparentales como es la mía. Así funciona. Pero hay algo más por lo que ‘elegir’ niño a la carta sería un error”.

El trauma “del abandono”, razona Luda, deja “una herida psicológica muy primaria causada por el abandono de nuestra madre biológica. Y es la causante de que cada vez que sentimos que ‘no nos quieren’ nos podamos poner histéricos”. Es por ello que “si eliges niño, cada vez que uno se vaya con su nueva familia los demás sabrían que de nuevo ‘no nos quieren’”.

Una vez puestas las cartas sobre la mesa, ha respondido directamente: “Ahora imagina que las adopciones sean como Abascal decía, que los homosexuales adopten solo ‘a las sobras’. Si tú, como niño adoptado tienes una pareja de gays como padres, sabrás que es así porque nadie antes te eligió. Estás con ellos porque eras el último”. Y ha apuntalado: “¿Os imagináis el destrozo que le haría eso a un crío que ya de por sí tiene problemas con el abandono? ¿Sentir que tienes un determinado tipo de familia porque nadie más te quería escoger?”.