María Corina Machado, opositora venezolana, ha sido galardonada con el premio Noble de la Paz. La política es de sobra conocida en occidente, de donde recibe el principal apoyo para desplegar su campaña política contra el Gobierno de Venezuela. Conservadora católica en lo social y neoliberal en lo económico, Machado representó la reacción más radical contra Hugo Chávez y ahora se desempeña contra Nicolás Maduro. Su última participación en un acto político de España tuvo lugar hace apenas un mes, cuando apareció en la cumbre ultraderechista organizada por Vox.

Reforzando el discurso de Santiago Abascal y acompañada de otros ultraderechistas latinoamericanos, Machado apeló al “malestar generalizado” de occidente, provocado por las transformaciones hacia “algo nuevo que ni es ni puede ser”. “Muchas personas dentro de nuestras sociedades le han venido dando la espalda a nuestros valores axiales”, denunció, llamando a “prevalecer en la confrontación existencial y espiritual”.

Una vez conocida la noticia, el líder de la extrema derecha española no ha tardado en reaccionar. "Mi más sincera enhorabuena una amiga y aliada, una mujer que, en Venezuela y en todo el mundo, encarna el coraje absoluto, la fuerza de la razón y la esperanza de millones de personas que creemos en la libertad", ha compartido a través de sus redes sociales, adjuntando el discurso que ofreció su compañera ideológica.

Un discurso de tintes católicos y cargado de populismo, pero sin ninguna propuesta más allá de la contraposición con Maduro y de la defensa del acercamiento servil del país a Estados Unidos. El apoyo al bloqueo que sufre el país es otra las líneas políticas defendidas por Machado. “Los ciudadanos de Venezuela, con la ayuda de todos nuestros aliados de Occidente, estamos ganando esta lucha (contra el chavismo) de manera definitiva”, arengaba en el mitin de Vox.

En esta misma línea, Machado escribió una carta en diciembre de 2018 al primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, en la que le pedía que “aplicase su fuerza e influencia para avanzar en el desmontaje del régimen”. Ese mismo solicitó que se “aumentase la presión” sobre el país hasta provocar “el quiebre del sistema” a través de “más sanciones” al país. "Yo los necesito sin gasolina, sin luz, sin gas, sin diésel, sin nada", llegó a pronunciar.

Compañía Offshore y relaciones con EEUU

La líder opositora protagonizó varias polémicas años atrás al descubrirse que mantenía una estructura offshore en Panamá y Miami junto con su padre, Henrique Machado, uno de los empresarios más importantes y adinerados del Caribe. Las gestiones de la opositora han levantado suspicacias en varias ocasiones, dado que se ha negado a realizar la declaración de bienes obligatoria para los representantes políticos.

La relación con Estados Unidos y sus presidentes viene de lejos. Hace 20 años, en 2005, Machado se reunión con el entonces presidente norteamericano, George Bush, en calidad de fundadora y directora ejecutiva de Súmate, vendido como un grupo independiente de la sociedad civil democrática. Un movimiento, cuando todavía no había llegado a ser quién es en la actualidad, que fue muy criticado en Venezuela por la cercanía entre la derecha venezolana y el régimen que impulsó la invasión de Irak.

Su ascensión progresiva desde Súmate la llevó a la Asamblea Nacional, de la que fue desalojada por acudir a la Organización de los Estados Americanos (OAE) en representación de otro país (Panamá) y con el único objetivo de cargar contra Venezuela. Ese mismo año, fue la impulsora junto con otros líderes como Leopoldo López de la insurrección cívico-militar que causó 43 muertos y casi 500 heridos. Posteriormente, estaría del lado del golpista Juan Guaidó, aunque ninguno consiguió alcanzar el poder a través de la vía antidemocrática.

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