Adiós los aires de cambio: el portavoz de los obispos ve "poco probable" que le sustituya una mujer

El secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Juan Antonio Martínez Camino, ha intentado erradicar las esperanzas que él mismo despertó sobre si será una mujer la que le sustituya en el cargo que abandona este miércoles. El obispo auxiliar de Madrid ha asegurado que es "poco probable" que la elegida sea una mujer, aunque ha dicho que podría estar entre los candidatos.

A principios de octubre, en plena avalancha de revolucionarias declaraciones del papa Francisco, Martínez Camino intentó hacerse el progre, sobre todo después de que el Pontífice dijese que la mujer debe estar "donde se toman las decisiones importantes" en la Iglesia. Entonces, el portavoz de la CEE dijo que “en España nuestros estatutos creo que están abiertos a esa posibilidad, no tiene que ser un obispo, puede ser un sacerdote como empecé yo, otra cosa es la conveniencia -de que sea o no una mujer- pero en principio no habría problema”.

"Poco probable"
Pero esa posibilidad parece más improbable después de la despedida que ha hecho hoy Martínez Camino, cuando ha dicho que es "poco probable" teniendo en cuenta la "historia". Eso sí, ha vuelto a afirmar que "no hay nada que lo impida en principio estatutariamente" y que él no tendría "nada en contra" de que fuera así. Y aunque ha señalado que no es "muy amigo" de dar consejos, ha indicado que cuando sepa el nombre del elegido se reunirá con él.

Dos candidatos
La prueba final llegará mañana a las 18:30 horas, cuando la Comisión Permanente de los obispos, a la que pertenece Martínez Camino, elegirá al menos dos candidatos para presentarlos a la Asamblea Plenaria de cara a la votación que se llevará a cabo el miércoles sobre las 10:30 horas.

"Muy contento"
En declaraciones a los medios al término de la inauguración de la CII reunión de la Asamblea Plenaria de la CEE, Martínez Camino ha asegurado que se va del cargo "muy contento de haber tenido la oportunidad de servir a esta casa tanto tiempo y de que hayan tenido tanta confianza" en él, aunque ha evitado valorar su propio trabajo pues no lo considera "muy prudente". En cualquier caso, ha apuntado que lejos de tratarse de un trabajo "duro" que le haya supuesto una "carga", para él ha sido una tarea que ha hecho "con mucho gusto" e incluso "pasándolo bien" porque ha tenido "muy buenos colaboradores.

"Dios dirá"
Sobre el futuro, se ha acogido al "Dios dirá" para subrayar que los obispos y sacerdotes tienen que estar "disponibles para lo que Dios quiera". No obstante, sí ha precisado que la "excedencia" en la diócesis se le ha terminado y que ahora tendrá que dedicarse "más plenamente" a su labor como obispo auxiliar de Madrid, visitando las más de 300 iglesias que aún le quedan hasta llegar a las 490 que hay en la comunidad.