El incendio que devoró el edificio de Valencia de la calle Maestro Rodrigo y que ha dejado al menos cuatro muertos hasta el momento y 14 desparecidos, ha dejado de manifiesto el riesgo latente de muchos bloques: el poliuretano. La vicepresidenta del Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales de Valencia (Cogitival) confirmó a À Punt que la presencia de este material en el bloque afectado podría ser la principal causa, debido a su elevada inflamabilidad, que, combinada con el viento de poniente de la jornada de este jueves, provocó que las llamas se propagaran con mayor facilidad.

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Esther Puchades, vicepresidenta de Cogitival, confirmó la presencia del poliuretano en el edificio afectado por las llamas. La especialista, que a su vez peritó el edificio de 14 plantas ubicado en el barrio de Campanar que se ha visto devorado por las llamas, atribuyó la virulencia del fuego a la combinación del viento de poniente y el revestimiento de este material, lo cual supuso un cóctel perfecto para la propagación del incendio a gran velocidad.

En declaraciones a la televisión pública valenciana Á Punt, la ingeniera ha destacado que bajo las piezas de aluminio colocadas en la fachada del edificio hay altas cantidades de poliuretano. Se trata de un material “totalmente inflamable” que ha propagado las llamas en “menos de media hora”. La vicepresidenta de Cogitival ha asegurado que, en el año 2005, cuando se construyó el bloque siniestrado, “no estaba tan extendida la mala fama del poliuretano”, dado que hoy “no se utiliza”. O, al menos, no se utiliza “de esa forma”.

¿Qué es el poliuretano?

De hecho, la especialista ha apuntado que en los últimos años se han registrado incendios en edificios revestidos con poliuretano, como el de la torre Grenfell de Londres en 2017. Puchades desconoce si hay otros bloques en la ciudad de idénticas características, pero admite que es muy posible, por lo que urge a revisarlos para garantizar “la seguridad de las personas”.

El uso del poliuretano, según la especialista, no está explícitamente prohibido en la construcción, pero a tenor de este incendio podría replantear su uso en el sector. De hecho, era un material muy usado entre las décadas de los años 2000 y 2010, pero cuando se calienta “es como un plástico” y “prende”. Admite que se sigue utilizando a día de hoy, pero se le instalan barreras a modo de cortafuegos para impedir la propagación del fuego  en caso de incendio.

La ingeniera explicaba que en las fachadas ventiladas se genera un hueco entre el ladrillo y una suerte de paneles metálicos exteriores. Método que se empleó en la construcción de este edificio, concluido en el año 2009 y con una calidad media-alta. Puchades asegura que lo conoce porque llevó a cabo un peritaje por una cuestión no vinculada con el poliuretano.

En cualquier caso, este material plástico es fruto de una reacción química entre un diisocianato y un poliol. Se trata de un elemento especialmente versátil y que se emplea en todo tipo de productos rutinarios: desde las suelas de los zapatos a tejidos de ropa deportiva e incluso en la fabricación de componentes para vehículos o colchones. En términos del sector de la construcción, se usa por su alta eficiencia energética y era habitual su uso debido a sus cualidades de aislador térmico y acústico.

El poliuretano, pese a su utilidad en todos estos productos, comporta un riesgo importante debido a su alta inflamabilidad. Concretamente, las espumas de poliuretano, que se emplean para el aislamiento y el embalaje, pueden arder con extrema facilidad al entrar en contacto con una fuente de fuego. Cuando esto ocurre, se liberan humos especialmente tóxicos. Para minimizar el peligro, los fabricantes han desarrollado versiones alternativas con aditivos retardantes, aunque su efectividad no es fiable al 100% y puede variar en función de la situación.

A raíz de este trágico incendio, del cuál se desconocen aún sus consecuencias al completo, se abrirá un nuevo debate sobre el uso del poliuretano y materiales inflamables en la construcción. De hecho, como apuntaba la experta a la televisión pública valenciana, hay un extenso historial de incendios en los que el poliuretano es un actor protagonista de la expansión de las llamas, como el de la torre Grenfell de Londres siete años atrás.

Así, según Puchades, el incendio creará “un antes y un después”. Al menos en España, donde aún no se había registrado un incendio de características semejantes hasta la fecha. La experta insiste en que su uso no está prohibido en construcción, aunque la virulencia de las llamas en edificio de la calle Maestro Rodrigo podría derivar en una prohibición explícita para garantizar la seguridad de las personas.