Los agentes del Seprona de la Guardia Civil han llevado a cabo la primera macrorredada contra la contaminación marina en el litoral español durante este mes de octubre. La actividad ha concluido con más de 70 investigados, la mayoría dueños de restaurantes, fábricas y promotores de urbanizaciones pegadas a la costa, que han vertido basura y residuos contaminantes al mar.

Según informa El Mundo, también se han denunciado varios buques y cruceros que arrojaron al mar contaminantes, en lugar de haberlos gestionado como se requería al llegar a puerto. Las principales intervenciones se han desarrollado en la costa de Granada, Almería, Murcia, Barcelona y Lugo.

En esta operación se ha contado con la ayuda de la Dirección General de la Marina Mercante, al mismo tiempo que ha sido coordinada por la Interpol y habiéndose producido paralelamente en más de 80 países. Durante estos treinta días, los agentes del Seprona han realizado la fase de la explotación de las averiguaciones que se iniciaron hace meses y que han permitido la detención de varias personas; además de los investigados, que se enfrentan a un delito contra los recursos naturales que conlleva hasta seis años de prisión.

En la ejecución de la operación, aviones y helicópteros de la Guardia Civil han seguido a buques, cruceros y barcos para descubrir que los vertidos directos al mar. La mayor parte han sido hidrocarburos, basuras y plásticos. Muchos de estos buques han conseguido ahorrarse miles de euros por no gestionar los residuos de forma correcta.

Se han descubierto, también, vertidos indirectos al mar como son las emisiones ilegales por parte de buques que tiran a la atmósfera un nivel no permitido de gases; por lo que se ha medido el nivel de azufre de los combustibles. Aunque otros vertidos indirectos son los que provienen de los ríos y también llegan al mar. La actividad ilegal de estos investigados ha sido la causa de varias montañas de plástico sumergidas en los mares