La pequeña Olivia Gama Andaluz, de cinco años, ha sido premiada por los premios del 112 en Andalucía por su entereza, el pasado miércoles, cuando dio la voz de alarma al servicio de Emergencias al sufrir su madre unos fuertes dolores en el abdomen que le dejaron casi inconsciente.

La madre de Olivia le había puesto el desayuno y se pareparaba para llevar a su hija al colegio cuando sintió un fuerte dolor que la paralizó. Alertada por el llanto de su madre, la niña acudió al dormitorio. "Le pedí que llamara al 112 y que le diera al botón verde", explicó Susana Andaluz a Nius. La pequeña cogió el teléfono y explicó a la operadora que su mamá estaba "muy malita y que le dolía la barriga, que por favor viniera un médico".

"Me subí a una silla porque no llego"

La pequeña le dio la dirección completa de su casa a la operadora y tras las indicaciones de su madre sobre dónde guardaba las medicinas corrió a a la cocina y se subió a una silla. "Me dijo que cogiera una caja naranja, me subí a una silla porque no llego, eché agua en un vaso, los polvos y lo removí", relató Olivia, que debió encaramarse a la silla otra vez cuando el médico tocó el telefonillo.

Antes, mientras esperaba que llegaran los servicios sanitarios, Olivia se mantuvo junto a su madre, la calmó y tuvo la iniciativa de llamar a su padre y a sus abuelos para pedirles que fueran a su casa. "Primero llegó el médico y mis padres justo después", contó la madre de la niña.

Cuando la pequeña vio cómo subían a su madre a la ambulancia, se derrumbó: "Rompí a llorar porque no quería que se fuera de mi lado, porque yo quería estar con ella. Pero me dijo la abuela que los niños no podían ir".