Si hay que recordar algo este Día Mundial del Clima es que el calentamiento global es una realidad innegable. Datos provenientes de organismos como la NASA demuestran que desde la industrialización llevada a cabo durante el siglo XX hasta la actualidad, la temperatura de nuestro planeta ha aumentado más 1ºC (grado centígrado). Avanzando a una preocupante velocidad a partir de 1975, puesto que las temperaturas han subido entre 0,15ºC y 0,20ºC por década desde entonces.

Las inundaciones, el riesgo de incendios, las sequías, la desertificación, la pérdida de las cosechas y la falta de agua potable son situaciones que ya se dan en nuestro país y que ponen a España en riesgo de cara al futuro.

Según el informe realizado anualmente por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU, el Mediterráneo es una de las zonas con mayor vulnerabilidad en cuanto a riesgos climáticos se refiere y advierten que cada vez hay menos tiempo para dejar de utilizar combustibles fósiles. Siendo esta la principal causa del cambio climático que en pocos años puede tornar en un fenómeno irreversible.

El calentamiento en la zona del Mediterráneo es de 1,5ºC, 0,4ºC por encima de la media global que se sitúa en 1,1ºC. Si se mantiene la inercia actual, lo más probable es que las emisiones de CO2 provoquen el doble del calentamiento -aproximadamente 3,2ºC- dentro de 80 años, en el 2100.

Los gases de efecto invernadero que se acumulan en la atmósfera se encuentran hoy en día en los niveles más altos de la historia de la humanidad. Lo que supone que el máximo de estas emisiones ha de alcanzarse como mucho en los próximos dos años y reducirlo a la mitad para el año 2030. Si no se logra, el mundo experimentará impactos climáticos extremos con terribles consecuencias para cualquier forma de vida que habite el planeta.

A pesar de las incesantes advertencias de la Organización de Naciones Unidas y el IPCC, el calentamiento global se acelera cada día y su proyección de cara al futuro es aterradora.

Convirtiendo en el blanco de algunos de los mayores impactos del cambio climático, diferentes lugares de Europa como Venecia o Alemania, que sufren peligrosas inundaciones, y por supuesto España, que se enfrenta a retos climáticos que se vuelven más violentos cada año. Entre ellos encontramos los siguientes fenómenos:

1. El aumento de las temperaturas

Como ya se ha mencionado anteriormente, las cifras actuales de las temperaturas globales nos acercan peligrosamente al punto de no retorno. Por esta razón el Acuerdo de París acordó un límite máximo de aumento global de 1,5ºC, un umbral marcado por los científicos como irreversible.

Recordemos que la cuenca del Mediterráneo ya se encuentra en esta cifra y por tanto también España. Según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), entre todos los impactos del cambio climático, la subida de las temperaturas es el que más está sufriendo nuestro país.

Se estima, según un informe realizado Mediterranean Experts on Climate and Environmental Change (MedECC), que en 2040 el incremento sea 2,2ºC. Casi un grado centígrado más en tan solo 17 años.

Un autobús turístico pasa sin pasajeros delante de un termómetro que marca 50ºC en julio de 2022 Sevilla. EP
Un autobús turístico pasa sin pasajeros delante de un termómetro que marca 50ºC en julio de 2022 Sevilla. EP

2. Olas de calor con temperaturas extremas

Las olas de calor registradas en España han dejado temperaturas extremas que afectan directamente a la salud de las personas. Siendo la cifra de muertes atribuidas al calor en nuestro país durante el año 2022 de más de 4.700 personas. Este tipo de muertes se ha triplicado en los últimos cinco años, consecuencia del calentamiento global. En 2021 se registró el día más caluroso desde que se tienen datos, alcanzando los 47,4ºC.

3. Lluvias torrenciales e inundaciones

Las lluvias torrenciales se han mantenido como una constante en la historia del clima de España, por lo que no se puede estudiar de manera tan clara las tendencias de estos episodios de precipitaciones.

No obstante, el levante de nuestra península ha experimentado durante los últimos años un aumento significativo de las lluvias torrenciales, con episodios más intensos y frecuentes, tal y como indica la AEMET.

Vegetación afectada por el desbordamiento del río Miño, consecuencia de las lluvias torrenciales. EP
Vegetación afectada por el desbordamiento del río Miño, consecuencia de las lluvias torrenciales. EP

4. Aridez, desertización y sequías más fuertes

Debido a la ubicación de España, nuestro país es especialmente susceptible a sufrir sequías recurrentes, siendo ésta otra constante en nuestro clima. Teniendo la aridez, la desertización y las sequías unas devastadoras repercusiones en la agricultura y en el abastecimiento de agua potable, entre otros.

Las sequías son consecuencia directa de la subida de las temperaturas en el país. Los periodos secos son más largos a pesar de tener aproximadamente el mismo nivel de lluvias. La falta de agua genera aridificación, un fenómeno que aumenta los episodios de calima o polvo en suspensión, muy peligrosos para la salud de las personas.

El pantano de Sant Ponç en Clariana de Cardener, Lleida afectado por la sequía. EP
El pantano de Sant Ponç en Clariana de Cardener en Lleida afectado por la sequía. EP

5. Masas de aire subtropical que alargan el verano

Desde la AEMET han compartido que las proyecciones apuntan a que nuestro país se verá más afectado por las masas de aire subtropical secas durante las próximas décadas que otros lugares del mundo. Fenómeno que alargará los periodos secos, con terribles consecuencias para la agricultura y otros sectores.

El verano actual en España ya es seis semanas más largo que el siglo pasado, y los expertos meteorólogos esperan que se alargue todavía más, con unos periodos sin precipitaciones más extendidos en el tiempo.

Un termómetro que marca los 29 grados, a 8 de marzo de 2023, en Murcia. EP
Un termómetro que marca los 29 grados, a 8 de marzo de 2023, en Murcia. EP

6. Aumento de la temperatura del mar

Por otro lado, el estudio del MedECC señala que el calentamiento del Mediterráneo podría alcanzar los 5 grados respecto a las cifras previas a la industrialización. Esta subida de la temperatura del mar generará un fuerte impacto en su biodiversidad, que está perdiendo su equilibrio con importantes consecuencias para la vida de la fauna y la flora marítima.

La boya de Cabo de Gata (Almería) registra su récord de temperatura del agua con 27,9ºC en julio de 2022 . EP
La boya de Cabo de Gata (Almería) registra su récord de temperatura del agua con 27,9ºC en julio de 2022 . EP

7. Aumento del nivel del mar

Las zonas costeras de la región mediterránea están en riesgo por el aumento del nivel del mar, generando un gran impacto para las personas que viven en ellas. El informe del MedECC afirma que el nivel del mar subirá un metro en menos de un siglo. De esta manera, los 500 millones de personas que habitan la cuenca mediterránea deberán adaptarse unos cambios peligrosos y prácticamente inevitables.

Las marismas en España están en riesgo de perder su biodiversidad debido al aumento del nivel del mar. EP
Las marismas en España están en riesgo de perder su biodiversidad debido al aumento del nivel del mar. EP

Está todo en nuestras manos

Conocemos los datos y las tendencias. Si todo evoluciona según lo previsto y el ser humano sigue sin tomar cartas en el asunto de manera contundente, el planeta está condenado.

Los fenómenos anteriormente citados tienen y tendrán consecuencias devastadoras. No obstante, depende de lo que nos propongamos como sociedad, las medidas que se impulsen en la política nacional e internacional y la concienciación ciudadana pueden conseguir que estos impactos no sean tan drásticos de aquí a 100 años.