Para conocer el contenido de una historia la mayoría de las veces lo mejor es indagar en el precursor de la misma, principalmente en sus influencias, tanto profesionales como personales. Lo normal es que en España no suene el nombre de Rasmus A. Sivertsen, por eso es más especial si cabe la presente entrevista. ElPlural.com ha podido hablar con este director noruego que, con una holgada trayectoria cineasta a sus espaldas -una decena de películas y siguiendo los pasos de su padre- aterriza en varios lugares del mundo, entre ellos nuestro país, con Una familia de superhéroes, 

La crítica ha puesto el largometraje de animación a la altura de Los Increíbles o Encanto, entre otras. Pero el profesional del Séptimo Arte va mucho más allá, y considera su último trabajo un aviso a navegantes, especialmente a los padres, en ocasiones demasiado exigentes con los pequeños. Él mismo reconoce que le sucedió esto con su hijo, quien padece dislexia; por lo que el filme era una especie de cuenta pendiente.

Sivertsen se ve en parte a su yo anterior cuando mira al padre de Hervig, demasiado ocupado en salvar el mundo y presionando sobremanera a la niña. Hablamos con este gran descubrimiento y colgamos el teléfono con la idea de que debemos cuidar cada día a quienes están alrededor y con la certeza de que todos tenemos algo que ofrecer al mundo y nuestra particular manera de rescatarlo o, al menos, hacer de él un lugar un poco más amable.

PREGUNTA (P): ¿Cuánto le llevó hacer la película? Hay gente que tarda años en hacer cortos. Asimismo, hay quienes consideran que cuando las películas son de animación se tarda menos, pero nada más lejos de la realidad

RESPUESTA (R): No, claro. Se tarda bastante en hacer una peli. Lo que más tiempo ocupa es la idea y desarrollar el guion y el escrito; y después la financiación. Yo tuve la idea hace seis-siete años, pero desde el momento de la producción, con unas 80 personas trabajando en el estudio, de un año y medio a dos años.

P: Una familia de superhéroes es una crítica a las presiones de los padres hacia los hijos. ¿Ahora presionan más los padres que los hijos? ¿Se rompe un poco el discurso de que los niños o los jóvenes lo tienen más fácil de lo que lo tuvieron nuestros progenitores a nuestra edad?

R: Leí muchos artículos sobre la presión, y que cada vez está es mayor por parte de los padres, de las redes y de los amigos. Hay más estudios y cada vez más datos que nos hablan sobre que hay los niños sufren más estrés que antes, lo mismo que los padres… y al final el nivel de felicidad ha disminuido en este sentido.

En la película se trata mucho la razón de vivir bajo las expectativas de los demás. Creo que esto contribuye también a disminuir el nivel de felicidad, en ambas direcciones en realidad.

P: El padre de Hedvig no termina de confiar en ella y decide darle el traje a su sobrina, un niño consentido… Es evidente que está más interesado en salvar el mundo que en cuidar de su hija ¿Esto se puede extrapolar a cualquier trabajo de la vida real, en la que los padres -cualquiera en realidad- se ciñe mucho a lo profesional y poco a lo personal?

R: El traje queda reflejado como símbolo de conseguir metas; y es cierto que el padre lo utiliza muchas veces para evitar una conversación con Hedvig, porque está demasiado enfocado en el trabajo. Le cede el traje a su sobrino porque éste tiene muchas cosas buenas obvias, mientras que las de ella a lo mejor no lo son tanto. Mi intención con esta película era demostrar que todos tenemos algo bueno en lo que podemos llegar a ser súpers y que debemos explotarlo.

P: Hedvig emplea mucho tiempo en las redes sociales. De hecho, es una de las preocupaciones familiares. ¿De qué forma las redes interfieren en lo que estamos hablando? Incluso los mismos padres muchas veces, también fruto del cansancio diario que hemos mencionado, apelan a las redes para “entretener” a los niños

R: Por supuesto, las rede sociales juegan un rol muy importante en la vida de todos. Sí que pienso que no todo es blanco y negro, quiero decir, las redes tienen su parte positiva y una negativa. En lo segundo entraría el estrés y la necesidad de ser perfecto; esa seudo perfección que a veces queremos alcanzar.

Y por otro lado, ahora es en los videojuegos y las redes donde conocen a sus amigos y donde desarrollan un poco esa parte social. Yo como padre me enfadaba mucho al principio con mi hijo por todo ello, pensaba que era ese el motivo por el que no hacía del todo bien las cosas en el colegio… pero me di cuenta de que era una manera para socializar y yo tenía que entenderlo. Por lo tanto, las herramientas actuales nos plantean oportunidades, pero también unos desafíos.

P: Su hijo tiene dislexia, entiendo que te refieres un poquito a esto cuando apelas al rendimiento escolar y demás, ¿es también un homenaje a él?

R: Sí… él se frustraba mucho en el cole porque quería en parte ser perfecto, pero entendió que todos tenemos cosas buenas y malas, o barreras mejor dicho; y que no pasa nada, porque se es igualmente perfecto.

La dinámica entre Hedvig y su padre es un poco similar a la mía con mi hijo porque yo al principio no sabía que tenía dislexia sino que era un poco vago, o jugaba demasiado a videojuegos o no estaba demasiado motivado. Al final tuve que cambiar mi percepción sobre él, aprender sobre lo que le pasaba y ese cambio se ve también entre el padre de Hedvig y ella.

PLa película también reserva un espacio a la abuela. Hasta qué punto son importantes los abuelos en el entramado familiar, ¿eh? Muchas veces como punto de enfriamiento para las tensiones entre padres e hijos.

R: Sin duda, ya es además una cuestión social, sobre todo aquí, tal y como funciona el sistema de cuidados en Noruega, donde se suele enviar a los abuelos a residencias y se los olvida un poquito. A veces se quedan allí un poco solos, sin posibilidad de hacer nada…

Todos los grupos de edad necesitan cariño, también los mayores. Esto en la película se ve muy bien, porque es como si la abuela recibiera la vitalidad de Hedvig y parece que pasara de tener 70 años a tener 30. Aprovecho la pregunta para hacer un alegato a favor de los abuelos, porque creo que son muy importantes y es muy importante que mantengamos la relación de afecto con ellos, aunque se empiecen a hacer mayor.

P: Con todo lo que hemos dicho, ¿por qué es una película también para adultos?

R: Porque creo que tiene humor para niños y adultos, por lo que los dos se pueden reír juntos en la sala de cine. Y ambos se pueden reconocer en ella; porque las expectativas influyen también en la vida de los adultos.

P: Han comparado Una familia de superhéroes con otras como Encanto o Los Increíbles. ¿Qué sientes cuando colocan tu cinta al nivel de éstas?

R: ¡Es increíble -nunca mejor dicho-, evidentemente! La película tiene influencias de Disney, de filmes de los años 30, y otras más contemporáneas de Pixar o de Miyazaki.