Los altos funcionarios de la ONU tienen prohibido usar WhatsApp por seguridad desde el pasado mes de junio. La aplicación de mensajería está en cuestión desde que se conociera el caso de espionaje al fundador de Amazon, Jeff Bezos, presuntamente por parte de Arabia Saudí, cuando un archivo de vídeo recibido en el dispositivo móvil dio acceso a los datos almacenados.

WhatsApp se ha enfrentado a una lista de fallos, como que una simple llamada permitía insertar datos maliciosos, o que en una ocasión se pudo saltar los controles de seguridad biométricos para acceder a la aplicación o que se pudo fingir que los mensajes eran escritos por otra persona. Dejar activa una sesión de WhatsApp en un ordenador también puede conllevar un grave riesgo de que alguien pueda acceder a a nuestra información. No son los únicos riesgos.

La compañía ha sugerido a los usuarios medidas de protección, como que se acceda a la aplicación mediante huella digital o reconocimiento de rostro e, incluso, activar la verificación en dos pasos. También ha recomendado solicitar a la aplicación que no almacene los archivos recibidos, como vídeos, lo que probablemente hubiera evitado el espionaje a Jeff Bezos.

El uso de dispositivos ajenos

Es recomendable, además, tener especial cuidado mantener abiertas sesiones de Whatsapp en un navegador web o en dispositivos ajenos.

WhatsApp ha defendido que “ofrece uno de los mayores niveles de seguridad de la industria y que todos los mensajes están protegidos con cifrado de extremo a extremo, el cual ha sido desarrollado junto con Signal”. La prestiogiosa compañía de sotware de seguridad Checkpoint ha avalado la aplicación. pero el problema es que, si las copias de seguridad se almacenan en texto plano, o si alguien envía un archivo y logra acceder a todos los mensajes y archivos sin que un usuario se dé cuenta, todas las protecciones no sirven de nada, informa la web ADSL Zone.