La Organización Meteorológica Mundial (OMM), la agencia perteneciente a la ONU especializada en tiempo, y otras autoridades meteorológicas alertan de que en los próximos meses pueda desarrollar un episodio de calentamiento del fenómeno de ‘El Niño', especialmente a partir de este verano, lo que probablemente tendría efectos en temperaturas mundiales que tenderán a ser más altas. 

Es un fenómeno natural recurrente que ha ocurrido durante miles de años y, teniendo en cuenta el cambio climático y el calentamiento global, el próximo El Niño previsiblemente provocará que durante el próximo año se produzcan episodios con patrones climáticos inusuales y dramáticos en todo el mundo, batiendo récords de calor. Según la OMM, nada permite pronosticar la intensidad o la duración del episodio, aunque suelen durar entre 9 y 12 meses, y se prevé que sus consecuencias lleguen este verano y sean más notorias en 2024.

Qué es el fenómeno de El Niño y La Niña

Durante los tres últimos años se han registrado episodios de La Niña, un periodo en el que las aguas ecuatoriales del océano Pacífico han alcanzado temperaturas inferiores a lo habitual. Según la Agencia Meteorológica de Estados Unidos (NOAA), La Niña tuvo su fin este año, como anunció en una nota de prensa el 9 de marzo de 2023: "El sistema océano-atmósfera del Pacífico tropical ha transicionado a neutral", avisaba.

Los expertos pronostican que vuelva a empezar en verano de 2023 la fase opuesta (cálida y húmeda) del ciclo meteorológico natural llamado El Niño-Oscilación Sur (ENOS). El Niño provoca que la superficie del océano Pacífico tropical se caliente más de lo habitual. Este ascenso de la temperatura da lugar a sistemas de baja presión en la atmósfera, lo que provoca abundantes precipitaciones en las costas occidentales de América y aumento de la intensidad del calor y las sequías en otras zonas.

El 2016 fue el último año de El Niño, siendo el más cálido registrado por la combinación con el cambio climático. La OMM estima que existe una probabilidad del 60% de que llegue un episodio de El Niño durante los meses de mayo a julio de 2023, y ese porcentaje aumenta hasta el 70% para el período de junio a agosto y hasta el 80% para el período de julio a septiembre.

Huracanes y sequías: "El mundo debe prepararse"

"Acabamos de vivir los ocho años más cálidos de los que se tiene constancia, a pesar de que durante los tres últimos años el episodio de La Niña ha ejercido un efecto de enfriamiento que ha ralentizado transitoriamente el incremento de la temperatura mundial. Lo más probable es que la instauración de un episodio de El Niño provoque un nuevo repunte del calentamiento global y aumente las probabilidades de batir récords de temperatura", comunicó el Secretario General de la OMM, Petteri Taalas.

Los efectos suelen asociarse a un aumento del calor, las sequías o las precipitaciones en distintas partes del mundo. Se advierte que se debe proteger a la población, pues, aunque podría aliviar ciertos efectos causados por La Niña como la sequía que sufre el Cuerno de África, también podría desencadenar más fenómenos meteorológicos y climáticos extremos.

El pronóstico es un incremento de las precipitaciones en algunas zonas del sur de América del Sur, el sur de los Estados Unidos de América, el Cuerno de África y Asia central. Por el contrario, puede provocar graves sequías en Australia, Indonesia y partes del sur de Asia. Durante el verano del hemisferio norte, las aguas cálidas pueden intensificar los huracanes en las zonas central y oriental del océano Pacífico.

De momento hay incertidumbres sobre una predicción a largo plazo, pues no hay dos episodios de El Niño iguales y sus efectos dependen de la época del año y la zona. Aunque si algo tiene claro la OMM es que "sin excepción" haya "anomalías positivas de temperatura en todas las zonas", por lo que “el mundo debe prepararse".