Este lunes, la extrema ola de calor que ha azotado a la Península Ibérica durante los últimos nueve días con temperaturas máximas que han oscilado entre los 39 y 45 grados llega a su fin. Estos días de extremo calor han dejado 510 muertes atribuibles a las altísimas temperaturas, según ha informado el Instituto de Salud Carlos III haciendo referencia a los siete primeros días de la ola de calor.

De las 510 personas que han fallecido, se estima que 321 son mayores de 85 años, 121 tienen entre 75 y 84, y otros 44 habrían muerto con entre 65 y 74 años. Esta cifra corresponde al periodo entre el 10 de julio y el 16 de julio, día en el que se registraron 150 fallecimientos por circunstancias relacionadas con el calor.

Así, estas estadísticas del Instituto de Salud Carlos III señalan que las defunciones observadas y estimadas por causas atribuibles al exceso de temperatura tuvieron su pico máximo el pasado sábado, con 150 fallecidos, mientras que el viernes hubo 123. El objetivo de estas estadísticas es “identificar las desviaciones de mortalidad diaria observada con respecto a la esperada, según series históricas de mortalidad”, y permitir con ello “estimar de forma indirecta” el impacto de cualquier evento de importancia en salud pública.

Esta intensa, larga y extrema ola de calor se ha prolongado durante 9 días y en las próximas horas las temperaturas darán una pequeña tregua, aunque el calor regresará en los próximos días, hacia mitad de semana. Esta ola de calor también se ha calificado como excepcional, sobre todo al hacer referencia a su extensión e intensidad, tal como ha explicado Bea Hervella, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

“El cambio climático mata personas”

Este prolongado episodio de calor extremo ha traído consigo también la proliferación de un gran número de incendios. A lo largo y ancho, y de norte a sur del país, se están registrando decenas de incendios, quemando miles de hectáreas y obligando a evacuar poblaciones enteras. La ola de incendios ya ha arrasado 30.000 hectáreas, además de provocar la muerte de dos personas, ambas en el incendio de Losacio, en la provincia de Zamora (Castilla y León).

Este lunes, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comparecido en la zona cero del incendio del Parque Nacional de Monfragüe, en Casas de Miravete (Cáceres), desde donde ha asegurado que estos incendios tienen un motivo exclusivo: “La ola de calor que ha producido máximas temperaturas, derivadas del cambio climático”. “El cambio climático mata a personas, mata nuestro ecosistema, nuestra biodiversidad y destruye los bienes más preciados del conjunto de la sociedad que se ve afectada por estos incendios, sus casas, sus negocios o su ganado”, ha añadido.

Es por esto por lo que Sánchez ha realizado un llamamiento al resto de administraciones para “reforzar la coordinación y la cooperación” en lo que respecta a las políticas de extinción y prevención de incendios. En este sentido, ha insistido en el “compromiso” del Gobierno de volcarse en la extinción de los incendios activos, así como en la recuperación de los territorios afectados.

Además, el presidente del Gobierno ha advertido de que la crisis energética derivada de la guerra en Ucrania, que ha obligado a otros países a intensificar la compra de gas, alargar las centrales nucleares y considerar verde la energía nuclear, no puede provocar que los gobiernos se desvíen de su compromiso “con la mitigación y adaptación al cambio climático”.