El Ministerio de Sanidad y la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, AESAN, desarrollan la Estrategia para la Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad para hacer frente a la obesidad de forma general en España, y de forma prioritaria en la población infantil y adolescente.

La obesidad es un problema de salud pública cada vez más preocupante en España, y es que según el último estudio del Ministerio sobre ello, publicado en 2019, la prevalencia de exceso de peso en España entre los escolares de 6 a 9 años es del 40,6% (el 23,3% de sobrepeso y el 17,3% de obesidad). A partir de los 7 años, aumenta en los varones, mientras que en las niñas lo hace a partir de los 8. 

Estos problemas de peso tienen una estrecha relación con la situación socioeconómica familiar en la que crezca el niño, según se desprende del mismo estudio. De esta manera, la prevalencia de obesidad es casi el doble en las familias con ingresos menores a los 18.000 euros brutos/año que en aquellas familias donde se superan los 30.000 euros brutos anuales, el 23,2% frente al 11,9%. Con estos datos, el senador socialista Miguel Ángel Heredia ha mostrado en declaraciones a ElPlural.com su preocupación y considera “especialmente grave el hecho de que la obesidad esté directamente relacionada con la situación económica familiar”.

Además, ha valorado muy positivamente el compromiso gubernamental para solventar esta situación e intentar reducirla. En este sentido, el Gobierno se ha comprometido para establecer una serie de medidas que combatan esta obesidad, algunas de ellas dirigidas específicamente a la población infantil y otras a ámbitos políticos respecto al entorno alimentario. 

Estas actuaciones tienen como objetivo la promoción de hábitos de vida saludables en alimentación y en actividad física basados en la evidencia científica y avaladas por organismos internacionales como la OMS, la FAO o la OCDE. Entre las medidas destaca el establecimiento de un Etiquetado Nutricional Frontal que contribuya a la elección de productos saludables, el refuerzo de la protección del menor limitando la publicidad respecto a determinados alimentos y bebidas, el Plan de Colaboración para la mejora de la composición de los alimentos y bebidas o la monitorización y el seguimiento de la situación nutricional de la población para identificar los factores determinantes que contribuyen a la obesidad y sobrepeso.

Además, también se trabaja respecto a la realización de campañas de sensibilización y concienciación, la participación en programas escolares de la importancia del consumo de frutas y hortalizas, así como otros hábitos saludables, y la mejora de la calidad nutricional de las comidas en los centros públicos, poniendo especial atención en los centros escolares.

A esto se añade la reforma de la fiscalidad de la alimentación en España, en concreto, el incremento del tipo impositivo en el IVA a las bebidas con azúcares o edulcorantes añadidos, elevándolo del 10 al 21%, una medida que identifica de gran importancia para reducir el consumo de productos azucarados que suponen un gran exponente para el potenciar la obesidad.