Villarobledo acoge durante estos días su famoso festival Viña Rock, de música alternativa y al que cada año acuden miles de seguidores en busca de desconexión y con la intención de ver a grupos emblemáticos de rock, rap y ska, principalmente, de nuestro país. Se trata de una cita imprescindible en el calendario de muchos. De hecho, hay amigos que solo coinciden en esta época del año. "Venimos de Coruña, Granada... Y el Viña es como nuestro espacio", cuentan emocionados un grupo en declaraciones a ElPlural.com.

Más allá del aspecto musical, quienes hayan acudido alguna vez a la cita sabrán que esta sirve también para reivindicar la Memoria Histórica y Democrática, así como el avance en derechos. Pero lo que es posible que desconozcan es que debajo del recinto ferial existe una fosa común. En concreto, se trata de un barrero, siendo este el término por el que se conoce a los pozos que se utilizaban para extraer barro y elaborar tinajas; y que los franquistas utilizaban para arrojar los cuerpos de los republicanos y otras víctimas del Régimen.

Los ‘barreros’ de Franco

“Hace años me llegó un señor ya mayor y me dijo que durante la dictadura habían arrojado al barerro a un familiar. Tiraron el cuerpo a 20 o 30 metros y le tiraron, me contaba, no recuerdo si dinamita o lo cubrieron con cal viva”, cuenta en declaraciones a este medio el que fuera portavoz del Grupo Recuperación de la Memoria Histórica (GRMH), Matías Alonso.

Desconoce si algún familiar ha elevado la causa al Ayuntamiento o a la Comunidad Autónoma para proceder a la exhumación de los restos. Nuestra fuente anima a que todo el mundo que pase por una situación similar (en cualquier parte de España) lo solicite. “Yo animo a que lo pidan y lo muevan, porque tienen todo su derecho”. En esta línea, asevera que “si una sola persona” lo solicita “esto es lo que debe prevalecer”,  expone.

Con todo esto, lamenta que hay personas que piensan dar el paso en primera instancia, pero que finalmente no terminan de llevar a cabo la petición porque “a un familiar no le parece lo suficientemente trascendente” o se “ven sometidos por otro que se ha vuelto totalmente contrario”. “Estas cosas a veces pasan”, sostiene en tono apenado, no sin insistir en que “pierdan el miedo” a lo que les corresponde por derecho.

El derecho de las víctimas, lo primero

Los trámites de solicitud no son difíciles, aunque sí un poco lentos en ocasiones. El abogado Eduardo Ranz nos explica en qué consisten. “Tras la investigación de los familiares, estos pueden elevar a la administración pública la solicitud”, desliza una de las personas que inició la pelea para sacar del Valle de los Caídos a las víctimas que habían sido trasladados allí sin el permiso de sus familiares. A partir de ahí la institución tiene un plazo máximo de tres meses para contestar.

Él mismo cuenta que antes de esto pueden explotar la vía del diálogo, la más aconsejable de hecho; más si cabe cuando ya ha habido contactos con los colectivos memorialistas y se ve disposición por parte del Consistorio.  Si la administración se negase, habría que proceder ya a la vía de un recurso contencioso-administrativo. “Lo más importante respecto de cualquier fosa común o similares es el interés de los familiares y el respeto a las víctimas. Este debe primar sobre cualquier cosa”, dicta el también responsable de que se tuvieran más en cuenta en España procesos como la retirada de simbología franquista o del callejero franquista y en relación con si, como este caso, el hecho pudiera ‘influir’ en la celebración de un evento, infraestructuras, etc.

Homenaje a los republicanos represaliados

Curiosamente (y precisamente) encima de la fosa cuya historia se relata en estas líneas se levanta un cubo dedicado a los represaliados en la localidad castellanomanchega después de la Guerra Civil.

El monumento se inauguró en el año 2012 en colaboración con la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Cuenca (ARMH). El lugar fue vandalizado en 2019 con pintadas nazis y es una muestra más del odio que la extrema derecha vierte sobre todo lo relativo a la Memoria Democrática. Además, Villarrobledo cuenta con otras dos fosas comunes, una dentro del cementerio y la otra localizada en el polígono nuevo de la localidad.

Foto memorial vandalizado en Villarrobledo

Se puede Villarrobledo / Facebook.

 

Otro con “vestigios franquistas”

Por otro lado, Villarrobledo mantiene la cruz del parque Joaquín Acacio. Un monolito que también ha generado controversia en la localidad. Así, mientras la asociación memorialista Ranz Orosas pidió su retirada y solicitó al Ayuntamiento que elaborara una lista de “vestigios franquistas”. El Consistorio aseguró que no podía hacerlo puesto que en el municipio no existían vestigios franquistas.

La Justicia dio la razón en 2019 al Ayuntamiento y la Asociación Española de Abogados, quien expuso a su vez que “no es un vestigio franquista" sino "un símbolo cristiano que carece de ideología política y por tanto no es contraria a ninguna ley".

Un año anterior, el Pleno municipal había acordado dejarlo, retirando la simbología franquista, pero manteniendo la inscripción de los nombres de aquellos vecinos de que participaron en el levantamiento militar del 36.

Cruz Villarrobledo
Change.org
 

Así las cosas, parece evidente que la historia a la que los artistas apelan para reivindicar sus letras va más allá de las canciones en esta localidad albaceteña, conocida principalmente por el que es sin duda uno de los festivales más famosos de nuestro país y que da el pistoletazo de salida a la ronda de estos eventos.

Cartel del Viña Rock 2024

En esta ocasión, el que se ha convertido para muchos en una tradición cada 365 días acogerá a bandas de la talla de Zoo o Mafalda -ambos se retiran de los escenarios este año- , Lágrimas dde sangre, Lendakaris muertos, La Pegatina, Mago de Oz, La Fuga, Boikot, El último ke zierre, Búhos o Reincidentes.