La política debería ser un reflejo de los valores y aspiraciones más altos de una sociedad, un ámbito donde la integridad y el respeto mutuo prevalezcan. Sin embargo, las recientes denuncias dentro del Partido Popular de Madrid pintan un cuadro muy diferente, uno plagado de excesos y prácticas reprobables que se esconden tras las puertas cerradas del poder.

Así, según denuncian miembros de las Nuevas Generaciones (NNGG) del PP de Madrid a ElPlural.com, el espionaje, el acoso y prácticas moralmente cuestionables se han convertido en herramientas de poder y control dentro del organigrama de la formación popular.

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En este sentido, la denuncia de un miembro del PP, que prefiere mantenerse en el anonimato por miedo a represalias, es estremecedora: “Todo el rato diciendo que si nos vamos de putas". Esta frase encapsula la cultura de excesos que, según los testimonios, incluye bullying, xenofobia, machismo y fiestas con alcohol y drogas para captar militantes. Más alarmante aún es la supuesta utilización de la prostitución como método para obtener información y manipular a miembros del partido.

El ansia de poder y control es palpable en los relatos de hasta nueve personas diferentes que han hablado con ElPlural.com. Todas ellas describen un ambiente tóxico y desagradable, marcado por la amenaza, el desprecio y la vejación hacia aquellos considerados una amenaza para los intereses personales y políticos de ciertos dirigentes.

“Nos enseñaron un vídeo porno y se rieron”

A. C., uno de los militantes, recuerda un incidente particularmente perturbador: "Nos enseñaron un vídeo porno y se rieron". Este suceso ocurrió durante un Comité Ejecutivo en La Latina, poco después de que este cumpliera 18 años. “Que si las putas, que si los maricones. Todo el rato lo mismo. El tema de los maricones, como se refieren ellos, y las prostitutas”, añade.

Los comentarios despectivos y las referencias constantes a la prostitución y la homosexualidad son una muestra de la falta de ética y el desdén por la dignidad de las personas. "Todo el rato diciendo que si nos vamos de putas, que si vamos a un Congreso y antes paramos en un puticlub a follar", relata A. C., evidenciando una normalización preocupante de estas conversaciones entre algunos miembros del partido.

Incluso durante eventos importantes como el Congreso de Sevilla de Feijóo, se reportaron comentarios de dirigentes que expresaban su deseo de visitar prostíbulos. “Dos miembros del partido dijeron que querían irse de putas. Dirigentes del partido aprovechando el Congreso para ir a un antro de carretera y mantener relaciones sexuales con prostitutas. No sé si sería una broma o sería verdad, pero los comentarios existían”, subraya.

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