Daniel Carbonell de las Heras, más conocido como Macaco (Barcelona, 1972), vuelve a la palestra con Vuélame el corazón, un disco repleto de colaboraciones que hace, a su vez, de viaje musical a través de sus 15 canciones de las que participan desde viejos rockeros como Estopa hasta nuevas promesas como las Tanxugueiras, pasando por el actor Dani Rovira, quien participa precisamente en el videoclip de Me Lía junto a los hermanos Muñoz.

Los que hayan seguido mínimamente la trayectoria del artista se darán cuenta con acierto de que esta obra abandona un poco la reivindicación a la que acostumbran sus letras, aunque posiblemente sea más acertado decir que defiende cual trinchera otros aspectos como las relaciones personales en general y el amor en particular, igual de importantes como la protesta misma en momentos de incertidumbre.

Bajo esta premisa, Macaco recibe a ElPlural.com en una azotea de la céntrica plaza madrileña de Santa Ana. A vista de pájaro y ante una ciudad históricamente relacionada con las conquistas sociales, el músico habla claro bajo su sombrero acerca de la extrema derecha y de una clase política que, como parte de la sociedad, ha dejado mucho que desear durante y después de la pandemia del Covid. El catalán defiende asimismo a ultranza, sin embargo, a las personas que apuestan por los avances sociales y que, pese a no ser siempre las protagonistas de grandes titulares, son capaces de todo cuando se juntan.

Sobre ello, los detalles del disco y de la industria musical conversa con este medio. También acerca de otro bonito proyecto que tiene entre manos en forma de película. Siempre con alegría.

PREGUNTA (P): He leído durante estos días que este último disco abandona un poco, digamos, ese lado reivindicativo. Sin embargo, no sé si de alguna forma en este caso estás también reivindicando, aunque sea el amor o las relaciones personales, algo asimismo necesario con la que está cayendo.

RESPUESTA (R): Totalmente, y justamente como ha aparecido esto en varias entrevistas, yo decía eso de “El mundo en guerra y nosotros nos enamoramos”. O sea, en tiempos convulsos, yo creo que está bien hacer una declaración de amor. Aunque esto empezó a germinarse durante la pandemia porque compuse muchísimas canciones, algunas con unas connotaciones y estos puentes hacia temas sociales, que es algo que me sale natural y que me gusta hacerlo, sin ser panfletario, porque creo que no lo soy; pero hablando de esas temáticas y de esas luces y sombras que estamos viviendo.

Y de repente decidí hacer este disco conceptual, y ahora le veo todo el sentido por estos momentos convulsos que estamos viviendo en el mundo.

P: Quizá en otro acto de rebeldía, tú siempre, pese a que hayas cantado a causas sociales lo has hecho desde la alegría. Es un modus operandi, pienso, cuanto menos llamativo, pero sobre todo difícil. ¿Cuán complicado es cantar algo con lo que estas realmente molesto? Porque si tú escuchas solo la melodía y no la letra de algunas de tus canciones parece que hablas de algo totalmente contrario.

R: Es algo que se ha jugado mucho en la música latina y en la rumba popular. De repente, con una música alegre, estás diciendo algo más fuerte.

Ahora es un momento muy extraño porque a muchas personas les incomoda ese tipo de temáticas. Bueno, siempre ha sido así, pero ahora estamos en un momento de extremos. Parece que tienes que hacer una cosa o tienes que ser otra.

Estamos en un momento donde hay mucha música en la que todo es como para fuera en el sentido de “A ver quién es el más ultra cool, a ver quién tiene las uñas más súper largas…” Que no es que lo vea mal, pero también esa misma persona que dice esas cosas puede tener un discurso sobre algún tema social. Pero están en un momento como que parece que es un poco más incómodo. Entonces yo seguramente el próximo disco lo haré sobre esas temáticas. Esto, como te digo, nació durante la pandemia. Ahora le veo un sentido y son eso, pequeños cortometrajes sonoros en forma de canciones que hablan sobre las relaciones en el amor, sobre diferentes puntos de vista, sobre cosas que nos podrían haber pasado a todas y a todos.

“Estamos en un momento donde hay mucha música en la que todo es como para fuera en el sentido de ‘A ver quién es el más ultra cool, a ver quién tiene las uñas más súper largas…’, que no lo veo mal, pero también se puede tener un discurso sobre algún tema social”

P: Si por algo se ha caracterizado también siempre Macaco es por mezclar muchos estilos y muy bien. De hecho, este disco es prácticamente todo colaboraciones y, además, muy distintas (Estopa, Ana Mena, Pedro Capó, Leiva, Fuel Fandango…) ¿Dirías que es el trabajo en el que más se aprecia esa diferencia de estilos?

R: No creo. Las colaboraciones es algo que pensé luego porque estaba hablando, por la narrativa, de la relación de este disco con las relaciones en el amor, y el amor se entiende en plural y son diferentes puntos de vista, desde una ruptura hasta justo cuando conoces a alguien y sientes ese subidón, hasta el eco de un recuerdo, de una relación pasada… De ahí viene la cosa de las colabos.

Musicalmente jugué con estilos muy diferentes como siempre he hecho, aunque había una unidad sonora. O sea, hay guitarras muy pequeñitas, sintetizadores retro modernos. La parte rítmica la hice con sartenes, con guitarras al revés, con toda una cacharrería como muy especial, que me ayudaban a sostener ese discurso e intentar formar una unidad. Pero sí que puedes encontrar, por ejemplo, la canción Vuélame el corazón, que lleva al título del disco y que canto con el gran cantante argentino Conociendo Rusia. Esta es una mezcla de tango argentino mezclado con el compás del tango flamenco.

Hay una cumbia como La Guerra de los besos, hay un reggae como A tu manera, hay rumba como el Me lía con Estopa y este videoclip del que participa Dani Rovira también, que para mí es súper especial y es rumba, pero con esos sonidos un poco psicodélicos. El cuerpo no miente, con Fuel Fandango, también tiene ese compás entre la rumba, así como lenta, Lento y a mi tiene la cosa esta como mediterránea, evocando las bandas sonoras de Ennio Morricone…

O sea, sí que hay muchos estilos y siempre he jugado con eso, pero aquí a nivel sonoro hay un cambio, a nivel narrativo hay un cambio, y también la parte esa como más folk y pequeñita, donde yo canto muy cerca del micro, cambiando el registro y haciéndolo todo como un poco más grave, que es algo con lo que no había jugado y aquí se puede ver en muchas canciones como Un recuerdo, A un paso de baile de ti, con Ximena Sariñana, Arenas movedizas, Con Rita Payes, etc.

P: Ya que me has hecho este resumen del disco, sé que es un topicazo, pero te lo tengo que preguntar. ¿Con qué canción te quedas?

R: No topicazo, pero sí es difícil, y más en el momento este en el que acaban de nacer las canciones. Hay una que me gusta mucho, quizás porque no es tan concreta, sino un poco más surrealista o que te puede llevar a sensaciones muy diferentes, que es Arenas movedizas, con Rita; pero también me gusta mucho Un recuerdo, con Valeria Castro, que son estas almitas viejas que digo yo, estas nuevas cantantes que han aparecido ahora a las que les pregunto: “Pero, ¿cómo puedes cantar así si tienes 24 tacos?”

Está Rita Payes, Ximena Sariñana, Natalia Lafourcade (bueno, ella es más de mi quinta, en México), Valeria… todas estas mujercitas que me parecen maravillosas y con ellas he disfrutado mucho estas canciones. Por ende, A un paso de baile de ti, Arenas movedizas, Un recuerdo… No digo que sean mis favoritas, pero sí quizás de las que me sorprendo un poquito más.

P: Vas a llevar a cabo una gira un tanto especial. Es verdad que cada vez más artistas optan por ella, pero no deja de ser una forma llamativa y bonita. Me refiero a la gira por teatros. ¿Cómo surge esta idea y por dónde vas a estar?

R: Surge porque creo que tiene todo el sentido con una parte de este disco y con cosas que han pasado con otras canciones. Hay canciones que se han hecho súper populares en Macaco de una manera muy boca-oído, ahora lo llamamos viralidad, como es el caso de Coincidir, que está en 283 millones de reproducciones el vídeo, en Spoti… es una auténtica locura. Se extendió por todo Latinoamérica y es una canción más de narrativa, más pequeñita. Nadie lográbamos ponerle el foco de por qué ha pasado todo eso con este tipo de canciones, pero es algo que ha crecido en Macaco.

En este disco hay mucho de eso y creo que el contexto natural para reproducirlas es un teatro. He luchado para poder hacer esto y quiero mimar esa parte de mi repertorio en esos lugares. Son como dos hemisferios de un mismo ser, mi parte más monkey man, con la que toco en los festivales con una energía más para afuera y con un repertorio como más de levantar a la gente, con mucha más interacción, y esa parte más intimista que la quiero reproducir en teatros.

No digo que sea un concierto acústico porque también habrá sonidos galácticos y elementos más electrónicos, pero sí con esta cosa más masticada y cercana. Luego me iré para Latinoamérica, haré una gira de dos meses y después volveré aquí y haré festivales y de todo el próximo verano.

P: Veníamos hablando de que mantienes un poco esa vieja música de LP, disco, etc. Tú que llevas más de 20 años en este mundo, ¿qué cambios has notado en la industria? No tanto en tu carrera como sí en términos generales.

R: Al final es un poco todo lo mismo. O sea, todos los artistas sacamos discos igual. El formato es otro, o la música, yo la muevo mucho en streaming y la verdad me hace muchísima ilusión porque al final es una foto de cómo llegas a la gente. Y en las plataformas lo cierto es que veo números de eso que te decía de millones y millones de personas que están escuchando tus canciones. Sí que el formato cambia, pero la esencia es la misma.

Yo colecciono vinilos y me encantan los vinilos, que era una herencia de mi padre. Crecí con el cd, pero por ejemplo no lo utilizo. Entonces escucho la música en streaming o en vinilo. Es un poco los dos juegos que más con más me gustan.  La industria creo que está en un momento cambiante y en una continua metamorfosis, pero al final la esencia es siempre la misma, si la canción conecta con la gente…

Ahora es un momento muy interesante en la música porque hay muchas músicas de raíz. Ya se ha visto todos estos, los Rosalías, los no sé cuántos, que lo que hacen es fusionar, que es lo que muchos llevamos haciendo, cada uno con sus trucos, porque aquí nadie nos inventamos nada, todos cogemos de otras cosas y tal con músicas de raíz que a mí me gustan. Todo lo que tenga que ver con la rumba, con el flamenco, con la cumbia… me interesa más que el pop o el rock anglosajón, que hay cosas que me encantan, pero no me interesa tanto.

P: Hemos hablado de que tenemos una guerra a las puertas de Europa, otras en distintos lugares que, parece, nunca van a acabar, el cambio climático del que tú tanto has hablado en tus canciones y un largo etcétera… No entro en el Covid porque eso es algo que nadie se esperaba, aunque posiblemente sí estaba en mano de los líderes intentar acordar soluciones.  En definitiva, ¿hay cada vez más odio?

R: Bueno… lo que sí que hay… hace nada no sé con quién estaba hablando de muchos artistas que pensábamos así. Lo decía también mi amiga María Rozalén, que muchos pensábamos que íbamos a salir mejores después de esta pandemia. Nos hemos equivocado. Aquí, por ejemplo, España ha sido respecto a la clase política creo que súper dantesco. Se han comportado como niños pequeños en un patio de colegio y ha sido un ejemplo para el mundo súper feo.

Yo creo que la gente que estaba ya dispuesta a hacer un trabajo interior un poquito más fuerte y a mirarse desde otras ópticas, desde lejos, y no estar orbitando todo el rato sobre el ombligo, sobre el ego, ha crecido; pero la gente que estaba más en lo otro ha salido como mucho más en plan “yo devoro” y “todo es para hoy” y “la inmediatez y mañana que le den por culo, que pase lo que tenga que pasar y a otras generaciones me da exactamente igual”.

Y hay esa polaridad ahora mismo en el mundo. Es decir, muy de quererte poner en un lugar o en otro de blancos y negros y parece que no haya grises. Estás conmigo o estás contra mí. Eso es así.

Ha aumentado toda la parte de la extrema derecha. Por suerte, el otro día el señor este, por llamarlo de alguna manera, Bolsonaro, que al final es un nazi, no ha salido en las elecciones brasileñas y da un cierto alivio para el mundo. Pero estamos viendo lo que está pasando en Italia y en muchísimos otros lugares.

Aunque también hay mucha, mucha, mucha gente, porque yo la veo y convivo con  ella, lo veo en los conciertos… que abre mentes, que está todo el rato en temas sociales, en apertura en las relaciones, pro que cada uno sea lo que quiera ser,  el colectivo LGTBI… Hay muchísima gente que está en este hemisferio y quiere moverse hacia esa dirección.

“Bolsonaro, que al final es un nazi, no ha salido en las elecciones y da cierto alivio al mundo, pero vemos lo que está pasando en Italia y en muchísimos lugares (…) Aunque también hay mucha gente que abre mentes”

P: Y ya acabamos. Hemos visto que vas a rodar una película. Cuéntanos un poquito más de esto, por favor.

Es un proyecto que nació durante el confinamiento. Nacieron esas casi 40 canciones. Aquí hay 15 y otras que se han quedado por ahí irán saliendo, otras no saldrán nunca, otras nos las quedaremos y en medio de esto me puse a escribir.

No sabía si va a ser un libro, un cuento… y al final desarrollé un tratamiento porque está todo escrito, todo el dossier desarrollado de la película. No voy a decir el nombre ni voy a contar la historia, pero sí que hay una relación de un niño con la música, con un piano de cartón. Tiene una cosa muy de realidad mágica, muy Gabriel García Márquez, hay una relación muy fuerte entre este niño y la naturaleza. Es muy redondita. Sí que por suerte y de una manera como bastante alucinante le han salido un montón de novios y tendré que buscar el momento.

Ahora mismo hacer una película significa implicar a mucha gente. Por supuesto, tendría que parar con la música un año o un año y pico, y supongo que será un proyecto que cuando ya me meta en la gira, me voy a meter a moverla más, pero ahora tengo que defender este disco o tengo que hacer las giras y tal, pero es un proyecto muy bonito, hay que buscar el momento para desarrollarlo.