Joan Laporta era el máximo favorito en las elecciones que se celebraron este 7 de marzo. En medio del escándalo desatado por la anterior administración del FC Barcelona, la masa social culé acudió a las urnas para designar a su nuevo capitán del barco. Los socios, como en 2003, confiaron en el abogado catalán, que estará al frente del club en una segunda etapa. 

El currículum de Joan Laporta no era fácil de olvidar. Muchos azulgranas le consideran el mejor presidente de la historia del club. Los resultados, de hecho, están ahí. Durante su mandato, el Barça consiguió una sangría de títulos y lo hizo rozando la excelencia. 

Con el 100% de los votos escrutados, Laporta se ha impuesto tanto a Víctor Font como a Toni Freixa, aglutinando un 54,28% de los sufragios, frente al 30% del segundo y el escaso 9% del último. 

La masa social culé ve a Joan Laporta como el único capaz de reconducir la catastrófica situación extradeportiva del Barcelona tras la administración de Josep María Bartomeu, contra quien perdió las elecciones en 2015, y la única persona capaz de retener a Leo Messi. 

Laporta trae el Cruyffismo de nuevo consigo, algo que el aficionado culé consideraba extraviado durante el reinado del polémico Bartomeu. De hecho, durante su primer discurso como presidente, el abogado catalán aseguró que "Johan nos inspira y seguro que nos ha ayudado. Esta candidatura es desacomplejadamente cruyffista y barcelonista". 

Asimismo, recordó que "hoy precisamente hace 20 años que un chico qu se llama Leo Messi debutó en el Infantil B". "Y ver que el mejor jugador de la historia del fútbol haya venido a votar con su hijo y haya participado en la fiesta del barcelonismo quiere decir mucho", deslizaba Laporta, quien considera que esto puede animar al crack argentino para que continúe en el Barcelona, que "es lo que queremos todos".