Al margen de la sexta cumbre entre dirigentes europeos en Albania este viernes, que aborda la estabilidad del continente, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha impulsado un encuentro llamado “Momento Gaza” para tratar el conflicto armado en la Franja de Gaza. Sánchez también ha reafirmado su compromiso con impulsar la resolución de la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU) que busca “poner fin al bloqueo israelí en Gaza” y ha defendido la solución de dos Estados.
El jefe de Estado se ha reunido con los líderes de Islandia, Malta, Noruega, Eslovenia y Luxemburgo con este objetivo, donde se ha resaltado la necesidad de permitir el acceso a ayuda humanitaria a la población palestina, que lleva bloqueada desde el 2 de marzo; la ONU ha denunciado este miércoles que los gazatíes están sufriendo “inseguridad alimentaria aguda” y que están “en riesgo inminente de hambruna”. Por ello, estos seis países, junto con Irlanda, han firmado una declaración conjunta este viernes que exige el acceso de ayuda humanitaria a la Franja y pide la “reversión inmediata” de la política israelí de avance militar en la región.
“No permaneceremos en silencio frente a la catástrofe humanitaria creada por el ser humano que se está llevando a cabo frente a nuestros ojos en Gaza”, denuncia la declaración. “Hacemos un llamamiento al gobierno de Israel para revertir inmediatamente su política actual, abstenerse de operaciones militares adicionales y levantar por completo el bloqueo”, reza la carta, añadiendo que buscan que Israel “asegure la distribución segura, rápida y sin impedimentos de ayuda humanitaria por toda la Franja de Gaza a través de los actores humanitarios internacionales y de acuerdo con principios humanitarios”.
La semana pasada, el ministro de Comunicación israelí, Shlomo Karhi, afirmó que el gobierno de Israel había entablado conversaciones sobre el acceso de ayuda humanitaria a la región, aunque señaló que la entrada de esta será en “zonas estériles”, refiriéndose a los territorios que consideran libres de la presencia del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás). No obstante, no se ha emitido una resolución oficial del gobierno israelí sobre esta cuestión, por lo que España, junto con otros seis países firmantes, exige que se permita el “acceso seguro y sin impedimentos” de “Naciones Unidas y organizaciones humanitarias” a la región.
A esto se añade la petición de España, junto con los otros seis países firmantes, para que ambos lados del conflicto retomen las negociaciones: “Hacemos un llamamiento a todos los partidos involucrados para entablar con urgencia renovada y buena fe negociaciones sobre un alto el fuego y la puesta en libertad de todos los rehenes”. El intercambio de rehenes ha sido un tema de fricción en el intento de renovación de conversaciones entre ambos actores, donde Israel ha empezado a exigir la liberación total de rehenes desde el final de la primera fase del alto el fuego. Al ser una de las pocas piezas de negociación de Hamás en el conflicto, los intermediarios se han encontrado con amplias dificultades para reanudar negociaciones y alcanzar una tregua.
La declaración conjunta resalta que la retoma de las negociaciones “es la base” sobre la que se puede “construir una paz sostenible, justa y comprensiva, basada en la solución de dos estados”. “Continuaremos apoyando al derecho de la población palestina de autodeterminación y trabajaremos en el marco de Naciones Unidas, junto con otros actores, como la Liga Árabe y los estados islámicos y árabes, para avanzar y conseguir una solución pacífica y sostenible”, reza la carta.
El desplazamiento forzoso de la población palestina
El desplazamiento de los gazatíes ha formado una parte central en las preocupaciones de la comunidad internacional. El gobierno israelí defiende que la movilización de los residentes de la Franja estará motivada por su propia seguridad. El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha afirmado que “se sacará la población por su propia protección”, sentimiento a la que ha aludido el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cuando presentó su plan de convertir a la región en un paraíso turístico. Sin embargo, otros países han condenado la propuesta por violar el derecho internacional.
“El desplazamiento forzoso o la expulsión de palestinos, por cualquier medio, es inaceptable y constituiría una violación del derecho internacional”, afirma la declaración conjunta de España, Islandia, Luxemburgo, Noruega, Irlanda, Malta y Eslovenia. Indican que: “Rechazamos semejantes planes o intentos de cambio demográfico”.
Esta condena va a la par de la propuesta de resolución de la ONU. Sánchez ha explicado que dicho proyecto busca hacer que la Asamblea General de la ONU “se pronuncie sobre lo que está ocurriendo en Gaza” para así frenar el conflicto, propuesta que ha surgido a raíz de los avances territoriales de Israel en la Franja y la aprobación de su gabinete de seguridad la semana pasada de “conquistar Gaza y retener los territorios”. Además, ha señalado en sus redes sociales que "es hora de actuar por la paz y por la implementación efectiva de la solución de los dos Estados".