El gabinete de seguridad de Israel ha aprobado este lunes la ampliación de su operación en la Franja de Gaza que establece una “presencia sostenida” en la región. Este planteamiento promete “conquistar Gaza y retener los territorios”.

Esta decisión, aprobada de forma unánime, incluye el desplazamiento forzoso de decenas de miles de residentes hacia el sur de Palestina y contempla el permiso para la entrada de ayuda humanitaria en “zonas estériles”, según el ministro de Comunicación de Israel, Shlomo Karhi, tras dos meses de bloqueo. Sin embargo, El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, les ha contado a periodistas este lunes que Israel tomará el control de “toda la ayuda humanitaria” para que “no se convierta en suministros para Hamás”.

El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha afirmado que va a ser una ofensiva intensiva. “Se sacará la población para su propia protección”, afirma en un video publicado en redes sociales, algo a lo que ha aludido el presidente estadounidense, Donald Trump, hace unos meses para construir “la Riviera de Oriente Medio”. Ha afirmado que, aunque la libertad de rehenes es uno de los objetivos de su operación en la Franja -objeto de fricción en las negociaciones entre el gobierno israelí y Hamás-, “en la guerra, hay un objetivo supremo. Y ese objetivo es la victoria sobre [sus] enemigos”. Afirma que “eso es lo que se va a conseguir”.

Un alto oficial de defensa israelí ha afirmado que “hay una ventana de oportunidad” para un acuerdo de rehenes en Gaza durante la visita de Trump, programada para la semana que viene, pero que, si no se consigue un acuerdo, “la Operación ‘Cuadrigas de Gideon’ empezará con gran intensidad y no parará hasta que se cumpla todos sus objetivos”, según Reuters.

A diferencia de las operaciones israelíes en Gaza hasta ahora, que han consistido en el lanzamiento de asaltos y posteriormente, la retirada del ejército -estrategia que se utilizó en el último agravamiento entre Israel y Hezbolá hasta finales del año pasado-, Netanyahu ha confirmado que “la intención es el opuesto de eso”.  

“La población civil debe retirarse de zonas donde nuestras fuerzas están operando”, señala Karhi en un comunicado en sus redes sociales. “Esto es una condición fundamental para llevar a cabo una guerra determinada y para llevar a nuevos rehenes a casa”, ha afirmado el ministro de Comunicación este lunes.

Además, ha garantizado que, para el gobierno israelí: “La solución real y profunda para el problema en Gaza solo se hallará con el avance completo del plan de emigración”. Smotrich ha hecho eco de este mensaje, instando a la aceptación de la palabra “ocupación” dado que no se entregarán las áreas “conquistadas” de la Franja “ni siquiera a cambio de rehenes”. Ha señalado que esto es un paso precio a imponer la “soberanía" israelí sobre el enclave.

Tras un alto el fuego frágil que terminó hace dos meses y múltiples insistencias internacionales para iniciar la segunda fase de negociaciones con Hamás, Israel no ha dado indicaciones recientes de estar dispuesto a reabrir el diálogo con Hamás para avanzar con las etapas del alto al fuego delimitadas por los mediadores del conflicto.

Los hutíes atacan un aeropuerto israelí

Los hutíes (también conocidos como Ansar Allah), clasificados por Estados Unidos como una organización terrorista, lanzaron un misil que aterrizó cerca del aeropuerto principal israelí, Ben Gurion, este domingo. En respuesta, tanto el primer ministro israelí como el presidente estadounidense han condenado el ataque, vinculándolo con una orquestación iraní.

Trump ha afirmado en sus redes sociales que los ataques provenientes de los hutíes “emanan de y son creados por Irán”. Además de condenar el ataque, afirma que “cualquier ataque futuro o retaliación de los ‘hutíes’ será recibida con gran fuerza y no hay garantía de que esta fuerza se detenga allí”. A esto, Netanyahu ha replicado que “el presidente Trump tiene toda la razón” y que “Israel responderá al ataque hutí”.  

El mes pasado, Washington bombardeó Yemen para frenar la ofensiva de los hutíes en contra el conflicto armado en Gaza a través del bloqueo del acceso marítimo del estrecho del Mandeb. La inteligencia estadounidense señaló a principios de año que el gobierno israelí estaba planeando una intervención en Yemen, lo que tenía el potencial de desembocar en una guerra regional con el potencial de expandirse. Por ello, tal y como se señaló en los mensajes filtrados del grupo de Signal entre el círculo cercano de Trump, Estados Unidos intervino en el país árabe para prevenir un conflicto más amplio por la posible intervención de Israel.

“De ahora en adelante, cualquier disparo de los hutíes estará visto como un disparo del armamento y el liderazgo de Irán e Irán será el responsable y sufrirá las consecuencias, y ¡esas consecuencias serán nefastas!”, amenaza Trump. Por ello, Netanyahu ha calificado a los iraníes como “maestros del terror”.

Por ello, el ministro de Exteriores de Irán, Seyed Abbas Araghchi, ha condenado el plan de Israel de ocupar Gaza y ha criticado el involucramiento de Trump: “Apoyo letal al genocidio de Netanyahu en Gaza y hacer la guerra por parte de Netanyahu en Yemen no ha conseguido nada para los estadounidenses”. Aludiendo al bombardeo estadounidense a Yemen el mes pasado, Araghchi ha condenado al primer ministro israelí por “intentar, descaradamente, dictar lo que el presidente Trump puede y no puede hacer con su diplomacia en Irán” y que está “entrometiéndose” en el gobierno estadounidense para “arrastrarle hacia otro desastre en la región”.

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