Las "cacerías" orquestadas por grupos ultra en Torre Pacheco hacia los migrantes, en su mayoría de origen magrebí, supusieron la antesala de una puesta en escena que, semanas más tarde, Vox y PP continuaron desarrollando. Este segundo 'acto' se trasladó hasta otra localidad murciana, Jumilla, donde ambos partidos firmaron un acuerdo por el cual prohibían por primera vez en España las fiestas musulmanas en dependencias municipales y en la vía pública. Distintos representantes de la comunidad musulmana de nuestro país ya han expresado, a través de distintas vías, su malestar, hablando directamente de una "islamofobia institucional". Lo cierto es que esta deriva no es algo nuevo. Desde Madrid, la comunidad musulmana mantiene su propia lucha con Almeida, precursor en boicotear a los musulmanes. 

El rezo comunitario, convertido en una lucha con el Ayuntamiento

Las dos grandes festividades religiosas del calendario islámico, el Eid al-Fitr, que señala el final del Ramadán, y el Eid al-Adha, la Fiesta del Sacrificio o Fiesta del Cordero, arrancan, desde 2006, en el centro de Madrid con un multitudinario rezo. Convertido en todo un momento de referencia en los musulmanes que residen en la capital, esta oración comunitaria se ha llevado a cabo desde entonces en las pistas deportivas del parque Casino de la Reina, situado en el barrio de Embajadores.

Sin embargo, desde hace algunos años, coincidiendo con la llegada de Almeida a Cibeles, la comunidad musulmana denuncia las trabas del Ayuntamiento de Almeida a la hora de conceder la autorizaciónValiente Bangla, la asociación que organiza estos actos, acusa abiertamente al Gobierno local de “discriminación religiosa” en declaraciones a El País.

La Fiesta del Cordero tenía lugar el pasado 6 de junio y, aunque finalmente pudo celebrarse en el parque Casino de la Reina, el procedimiento no fue tan sencillo. Inicialmente, la Unidad de Eventos en el Espacio Público del distrito Centro respondió a las peticiones de la mencionada asociación asegurando que solo podría autorizarse este rezo comunitario un día después de la fecha. Por ello, el presidente de la entidad, Mohammad Fazle Elahi, lo tachaba como una "respuesta absurda e indignante".

La comunidad musulmana se queja de que las trabas comenzaron en 2019, cuando empezaron a tener lugar dos complicadas negociaciones burocráticas por año -coincidiendo con la fiesta de final de Ramadán y con la Fiesta del Cordero- a raíz de la llegada a la presidencia de Centro de José Fernández y, posteriormente, de Carlos Segura. Por ejemplo, el pasado mes de marzo, de cara al Eid al-Fitr, Valiente Bangla renunció a solicitar el permiso para el rezo comunitario en la junta de distrito y optó por conseguir la autorización a través de la Delegación de Gobierno. 

La asociación podría haber optado por esta misma vía de cara a la Fiesta del Cordero, pero la rechazaron ya que para ellos resulta “fundamental para tratar que en el futuro las cosas se hagan de forma distinta desde la administración y que nuestro distrito y nuestro ayuntamiento nos reconozca y nos respete como ciudadanos madrileños musulmanes que somos, algo contemplado en la Constitución”.

Entre las objeciones que el Ayuntamiento de Madrid alega para conceder esta autorización son la temprana hora de comienzo -entre las siete y las ocho de la mañana-, el uso de la megafonía y la ocupación de unas pistas deportivas que suelen ser usadas por la comunidad educativa. Valiente Bangla asegura que, en casi dos décadas, nunca han tenido quejas de los vecinos y que, además, la festividad no coincide con el horario escolar, es decir, cuando los niños podrían necesitar las instalaciones. 

Sin embargo, las pegas no quedan ahí, sino que el Ayuntamiento también alega que no se indica una fecha fija para los rezos dentro del plazo estipulado por la administración para este tipo de trámites. Desde la comunidad musulmana se muestran cansados de tener que explicar recurrentemente que las celebraciones musulmanas están marcadas por el avistamiento lunar, lo que hace que las fechas de cada festividad se puedan concretar únicamente cuando queda poco para la misma. "Tener que explicar esto cada vez resulta agotador. (...) Aunque los permisos acaben llegando, nos sentimos maltratados por la incertidumbre y lucha que supone su obtención. Es una sensación de estar mendigando algo a lo que tenemos derecho y algo con lo que no habíamos tenido que lidiar con anteriores gobiernos municipales, ni del PP, ni de Ahora Madrid”, aseguran desde Valiente Bangla al citado medio.

Desde la asociación aseguran que existe dolor en la comunidad islámica del distrito ante el "desprecio y desinterés” que perciben ante su cultura. En este sentido, destacan que las autoridades locales no les felicitan fiestas clave, como sí lo hacen en señalados momentos del calendario religioso católico, como Navidad o Pascua, ni tampoco aceptan sus invitaciones a algunas de sus celebraciones. 

Sin lugares para los entierros

Otra de las grandes deudas del Ayuntamiento de Almeida con la comunidad musulmana de la capital es la de los cementerios. Existe una falta de lugares para que sus fallecidos sean enterrados en Madrid por el rito islámico; solo cabe recordar que, en 2020, el cementerio musulmán ubicado en Griñón llegó a su límite. De esta manera, los musulmanes fallecidos en la capital deben ser enterrados en Valencia y Burgos.

Los datos evidencian la magnitud de este problema. Según el último informe del Observatorio Andalusí, en la Comunidad de Madrid, que cuenta con siete millones de habitantes, residen 323.000 musulmanes -de los cuales 207.000 tienen nacionalidad española-.  Por ello, en 2022, a propuesta del grupo municipal socialista y con la abstención del PP, el Pleno del Ayuntamiento de Madrid aprobó una iniciativa para acondicionar 15.000 metros cuadrados con el fin de destinarlos a enterramientos musulmanes en el cementerio de Carabanchel. No obstante, tres años después, aún no se ha llevado a cabo.

Enrique Rico, concejal socialista que se mostró a favor de la propuesta, explicó “la falta de espacio para esos entierros en nuestra ciudad genera una realidad dramática a la que Almeida debe dar solución, en cumplimiento de los acuerdos del pleno y siendo un problema que es competencia exclusiva del ayuntamiento”.

Mientras, desde Más Madrid han arremetido contra Almeida por no remar en estos "avances" que harían posible que "la comunidad musulmana en Madrid" pueda ejercer su "derecho fundamental de libertad de culto". Su concejal, Nacho Murgui, se queja de que lleva "demasiado tiempo escuchando que se están produciendo importantes avances".

Y es que, con respecto al acondicionamiento del cementerio sur de Carabanchel, el Ayuntamiento ha detallado que se llevará a cabo en dos fases de construcción. En la primera se cubrirán hasta 1.150 sepulturas y en la segunda se aumentará la capacidad hasta las 2.350 sepulturas.

Teniendo en cuenta que la iniciativa se aprobó hace tres años, Más Madrid ha pedido concreción al Ayuntamiento porque "ya es momento de poner plazos a un problema que afecta a 100.000 madrileños", recordando que la libertad de culto es un derecho recogido en el artículo 16 de la Constitución española.

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