A escasos días de cerrar 2025 y dar la bienvenida a 2026, el clima político en España mantiene intacta la tensión con la que arrancó no sólo el año, sino la legislatura. Lejos de rebajarse con la llegada de las fiestas navideñas, la confrontación partidista y la hipersensibilidad en el debate público siguen marcando la agenda, tanto en el Congreso de los Diputados como en el terreno digital, donde cada gesto institucional se analiza al milímetro.

La consigna de “tengamos la fiesta en paz” parece, un año más, un deseo difícil de cumplir. Las relaciones entre los principales partidos continúan dominadas por el choque constante, y ese ambiente de fricción se traslada con facilidad a las redes sociales, convertidas en un espacio donde cualquier mensaje oficial puede acabar generando controversia. La última muestra de ello ha tenido como protagonista al Ministerio de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, dirigido por Félix Bolaños.

El pasado 25 de diciembre, el departamento ministerial publicó en la red social X - antes Twitter - un mensaje institucional con motivo de la Navidad. En el texto, el ministerio felicitaba explícitamente a “la comunidad cristiana” en una fecha señalada para quienes conmemoran el nacimiento de Jesús, acompañando el saludo de un llamamiento a la paz, la alegría y el bienestar para toda la ciudadanía. Un mensaje que, en apariencia, seguía el tono habitual de este tipo de comunicaciones oficiales.

Sin embargo, la publicación no tardó en generar un intenso debate. En pocas horas, el tuit acumuló más de 2.000 comentarios, superando con creces el número de ‘me gusta’. Buena parte de las respuestas criticaban la forma en la que se había formulado la felicitación, cuestionando que se dirigiera de manera explícita a la comunidad cristiana y reabriendo el debate sobre la laicidad del Estado y el papel de las instituciones en las celebraciones religiosas.

Buscando la polémica

El volumen de reacciones llevó al propio Félix Bolaños a intervenir en la conversación. El ministro recurrió a la hemeroteca digital para contextualizar el mensaje y demostrar que no se trataba de una novedad ni de un cambio de criterio. A través de su cuenta personal, recordó que en años anteriores su ministerio había utilizado prácticamente la misma fórmula para felicitar la Navidad, sin que entonces se hubiera producido una polémica de esta magnitud.

Bolaños acompañó su explicación de un mensaje irónico que no pasó desapercibido. “Feliz Navidad a la comunidad cristiana. En 2023 → ok. En 2024 → ok. En 2025 → POLÉMICA”, escribió, antes de lanzar una reflexión sobre el clima actual: “¿Hay gente cada vez más hiperventilada que busca polarizar con todo o me lo parece a mí?”. El comentario, cerrado con un “Felices Fiestas”, también generó una notable respuesta, con cientos de comentarios y más de un millar de interacciones positivas.

El episodio vuelve a poner de relieve hasta qué punto el debate público se encuentra atravesado por una sensibilidad extrema y una tendencia a la confrontación permanente. Lo que en otros momentos habría pasado como un mensaje institucional rutinario se convierte ahora en motivo de discusión y reproche, amplificado por la lógica de las redes sociales y por un contexto político especialmente crispado.

Síguenos en Google Discover y no te pierdas las noticias, vídeos y artículos más interesantes

Síguenos en Google Discover