El rey emérito ya ha llegado al puerto pontevedrés de Sanxenxo para embarcarse en el Bribón. El monarca ha llegado en un vehículo volvo de color gris portando ropa náutica, lo que indicaría que Juan Carlos I se prepara para navegar a altar mar.

El emérito vuelve a España en su tercera visita desde que se mudó a la capital de Emiratos Árabes, en Abu Dabi. Como es habitual, ha aterrizado en Sanxenxo (Pontevedra), donde se ha alojado en la residencia de su íntimo amigo y anfitrión Pedro Campos.

El rey Juan Carlos I abandonó el domicilio sobre las 11.58 horas en el asiento de copiloto del turismo de Campos. También como es habitual, el monarca solo se limitó a saludar a los periodistas desde el interior del vehículo.

 

El emérito, como el resto de las ocasiones, se ha desplazado para visitar España y lo ha hecho sin agenda pública, aunque lo que sí tiene previsto este jueves es que el monarca salga a la mar para preparar la regata del fin de semana. Y así lo ha hecho Juan Carlos I, que ha salido esta mañana para realizar los entrenamientos previstos con su querido navío, el Bribón.

La regata se celebrará este sábado y domingo, con dos días de entrenamiento previos, aunque, de momento habrá que ver las condiciones climáticas para conocer si las embarcaciones saldrán a flote. El motivo de su visita a Sanxenxo es participar en las regatas para el Mundial de la categoría de seis metros, que tendrá lugar a finales de agosto en el país británico de Reino Unido.

El aspecto físico de Don Juan Carlos I

Este jueves, el emérito coge su primera toma de contacto con su estimado el Bribón, ya preparado con su vestimenta acorde para salir con el navío. Pero al emérito no se le ha visto con su mejor aspecto. En el muelle, el monarca portaba una chaqueta en tonos neutrales, una gorra acorde y unas gafas de sol. Pero parece que la salud del emérito, de 85 años, ha empeorado.

En las primeras imágenes del monarca en este día de preparación de regatas, aparece con un bastón y requiriendo de asistencia para embarcarse al velero. Al contrario que su última aparición, en la que se mostraba mucho más erguido que en esta ocasión. El emérito se muestra bastante cordial, mientras conversa con el equipo de la embarcación e incluso se pueden atisbar algunas sonrisas por parte del mismo. Pero a la hora de subirse al navío que le trasladará a su Bribón, ha tenido dificultades para elevarse hasta la plataforma.

Alerta por la salud del emérito

El padre de Felipe VI aterrizó este miércoles sobre las 14.00 horas en el aeropuerto de Peinador (Vigo). El monarca viajó en un jet privado desde el aeropuerto internacional de Abu Dabi. Su tercera visita no ha producido una gran expectación como el resto de visitas en la localidad de Sanxenxo. De hecho, han sido algunos los vecinos que protestaron por la colocación de las vallas que dificultaban el paso por la acera en la residencia del anfitrión del emérito.

Las alertas por la salud del rey emérito no son nuevas. La preocupación por el estado de salud de Juan Carlos I ya salía a flote a principios de junio cuando se publicaron las primeras imágenes del mismo junto a la reina consorte, Doña Sofía, en la boda de Hussein de Jordania.

En este caso, los primeros fotogramas mostraban al monarca en silla de ruedas. Tampoco se dieron explicaciones sobre los motivos del por qué Juan Carlos I recurría a este dispositivo, aunque ya hace cinco años el monarca utilizaba esta herramienta de apoyo tras una operación de rodilla.

El rey emérito regresa tras las elecciones

Otra de las cuestiones más sonadas en el regreso del emérito a España coincidía con el resultado electoral del 23 de julio. No hay planes marcados del monarca que hayan salido a la luz, al igual que también se desconoce cuánto tiempo se quedará Juan Carlos I en suelo español, aunque, probablemente podría poner rumbo de vuelta a Emiratos el próximo lunes.

La agenda con la Casa Real también es otra de las preguntas sobre los futuros planes del emérito. Pero fuentes de El País aseguran que Juan Carlos I no se reunirá con su hijo, el actual rey Felipe VI, ni con el resto de la Familia Real.

La última vez que pisó Sanxenxo el emérito fue el 19 de abril cuando volvió a aterrizar en Vigo y se desplazó hacia Sanxenxo para acudir a su habitual participación en las regatas, también, a bordo del Bribón.