Esta semana, el foco mediático se dirige a Oriente Medio donde el protagonismo se lo ha llevado el enlace matrimonial del príncipe Hussein, heredero al trono de Jordania, con la arquitecta saudí Rajwa Al Saif en el Palacio de Zahran. Han sido muchos los que han querido asistir a la ceremonia del heredero jordano, entre las que podemos encontrar figuras como los Príncipes de Gales con Guillermo y Kate Middleton como los propios reyes eméritos con el monarca Juan Carlos I y la reina consorte, Doña Sofía.

Los eméritos han tenido mucho que festejar estas últimas semanas. La más reciente con la confirmación de su nieta, la infanta Sofía y la graduación de la heredera al trono en España, la princesa Leonor. Y es que en estos dos eventos no hemos visto a los monarcas juntos en las imágenes publicadas, sino más bien, en más de alguna reunión familiar, a quien más se ha echado en falta es al abuelo de las niñas de Zarzuela.

Pero en las imágenes de la boda del príncipe Hussein se desvela una cara conocida que ha impactado a la población porque pone en duda el actual estado de salud del emérito. Las instantáneas de este jueves muestran al padre de Felipe VI en silla de ruedas junto a varios acompañantes, entre ellas, la propia reina consorte. También le sigue Vicente García-Mochales, responsable en la unidad de seguridad de la Casa Real desde el 2001 y también teniente coronel de la Guardia Civil.

Por el momento, se desconocen los motivos por los que el emérito ha tenido que recurrir a este dispositivo, según confirman medios de comunicación como Semana, aunque ya hace cinco años, el monarca utilizaba este apoyo tras una operación de rodilla.

Indiferencia y distancia en el encuentro público de Doña Sofía y Juan Carlos I

Hacía mucho tiempo que no veíamos públicamente a ambos monarcas desde el funeral del hermano de la reina, Constantino de Grecia. Ahora en esta nueva cita en Jordania, los reyes eméritos no han derrochado complicidad ni cercanía, sino, lo contrario, pues el abismo, la distancia y la indiferencia ha marcado esas horas en el palacio de Zahran de Ammán. De hecho, este destino, es particularmente especial para ambos, pues se trata del país en el que Doña Sofía y Juan Carlos I habían pasado parte de su viaje de novios en la capital jordana hace 61 años.

La reina consorte ha sido la que ha eclipsado esta vez la cita en el país jordano. Las instantáneas muestran a una Reina Sofía que saludaba de manera directa a los monarcas de Jordania, mientras que su marido quedaba en segundo plano esperando a que su mujer terminase. Todos estos momentos mostraban la relación entre los monarcas en el que no ha habido muchos gestos entre ambos monarcas durante la recepción matrimonial, en el que el príncipe Hussein y Rajwa Al Saif recibían con cariño las alabanzas de los monarcas por el enlace.

En el interior del Palacio de Zahran

Momentos después, en el momento de la ceremonia, las imágenes muestran a la pareja de los eméritos sentados en sus asientos asignados. Los eméritos se sentaban a lado de la exjequesa de Qatar, Mozah Bint. En la fila de delante se encontraba Felipe de Bélgica, que ha ido al enlace acompañado de su hija Elizabeth, sentado de Máxima de Holanda. Dos filas detrás se encontraban los Príncipes de Gales con Guilermo y Kate, aunque también ha habido rostros conocidos como la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden.

Una vez terminada la ceremonia nupcial, los invitados se han dirigido al Palacio de Al Husseiniya, donde se ha ofrecido el banquete y una recepción privada con representantes de diversas Casas Reales europeas.

La confirmación de la infanta Sofía

La última ocasión en la que fueron invitados los monarcas fue la confirmación de la infanta Sofía, un evento marcado por la ausencia del rey emérito, que ahora tras las últimas imágnenes se pone en duda la salud del monarca. Durante esta ceremonia, Doña Sofía y Paloma Rocasolano, la madre de la Reina Letizia, sí derrocharon en esta ocasión la cercanía y complicidad muy alejadas a la relación con el emérito.

Las abuelas de Sofía se mostraban muy orgullosas y se agarraban de las manos y del brazo antes de que su nieta recibiera el sacramento. Una jornada que dejaba varios momentos en las instantáneas publicadas. No había duda, las dos mujeres se llevan la mar de bien tras observar que no paraban de comentar, bromear y ponerse al día, especialmente, porque no se han separado la una de la otra y se han visto con absoluta comodidad. Pero no lo han hecho solas, sino que también las ha acompañado la actual Reina Letizia que se ha sumado al dúo.