Las hamacas se han convertido en todo un lujo para aquellos residentes en las estancias hoteleras. Los hay incluso que esperan cola a la apertura de la piscina para reservar sus hamacas y las de su familia. De hecho, se trata de algo que incluso la prensa británica ha tratado en sus páginas, dedicando un espacio a lo que denominan como la “batalla de las tumbonas”.

Este conflicto por hacerse con una de las tan apreciadas hamacas situadas en los laterales de las piscinas de los complejos ha llegado a tal nivel que una familia ha denunciado un altercado con un grupo de turistas ingleses en el hotel de Corralejo, en Fuerteventura.

Santiago viajó hasta la isla con su mujer y sus dos hijas para pasar unos días de vacaciones en familia, según recoge Diario de Avisos. Pero lo que parecía que iba a ser en un principio una temporada de descanso y relax, se vio enturbiado por una presunta agresión que tuvo lugar la semana pasada en la piscina del alojamiento en el que se habían hospedado.

Actitud violenta

La familia de Santiago se dirigió a la piscina después de comer. La madre se había sentado en una de las tumbonas vacías hasta que se aproximaron dos varones británicos de 60 y 30 años y “empezaron a insultar” a la mujer que “no sabe nada de inglés”.

A continuación, para echar a la madre de la hamaca, el “señor mayor, que aparentaba estar ebrio, le volcó la hamaca, que le cayó encima del pie”. La mujer de 53 años y sus dos hijas de 18 y 22 años se quedaron atónitas por lo que estaba sucediendo, aunque el resto de los huéspedes del complejo reprocharon a los británicos su actitud violenta.

Santiago estaba echándose la siesta hasta que sus hijas le enviaron un mensaje por chat para pedirle que bajara. “Papá, baja, que le están pegando a mamá”. El padre bajó y vio que la Guardia Civil había separado a todos lo implicados en el altercado tomando los datos de las víctimas y a los presuntos agresores.

El hotel no tomó medidas

Desde el principio, Santiago se dirigió al gerente del complejo hotelero. Pero la familia se encontró con otro obstáculo más: la dirección de hotel le dijo “literalmente: ‘yo no me voy a enfrentar a los ingleses. Enfréntese usted”. Tras ello, el huésped presentó una hoja de reclamaciones.

Tras el altercado, la familia tenía tanto miedo de que pudiera repetirse un nuevo encontronazo que incluso decidió ponerse en contacto con la agencia de viajes para cambiarse de hotel. Además, optaron por cenar fuera y se dirigieron a comprar la cena en un supermercado y acercarse a ver el atardecer.

Según el huésped, el hotel “no tomó medidas contra los agresores y a nosotros nos trataron con desprecio. De hecho, nos tuvimos que ir porque teníamos miedo de que nos pegaran o cualquier cosa”. “Estábamos acojonados”, destaca.

Santiago señala que no se va a quedar en un conflicto puntual. La familia indica que cuando lleguen a Albacete irán a que “le hagan un parte de lesiones a mi mujer, que le duele el tobillo y la espalda, y pondremos una denuncia”.

La ‘guerra de las hamacas’

Las últimas publicaciones en las redes sociales reflejan también las ansias de los visitantes por hacerse con una hamaca. Algunos vídeos reflejan la actitud de los huéspedes repartiendo toallas a cada hamaca que ven para reservar su “sitio” en estas zonas y acomodándose a primera hora de la mañana.

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En otros casos, el personal de los hoteles pone las normas en la reserva de hamacas como ocurrió en un hotel de Tenerife en el que el personal retiraba las toallas y bolsas dejando una nota que indicaba dónde podrían recoger sus pertenencias. “Había un cartel muy claro, señalando que no se podían reservar esas tumbonas antes de las 10 de la mañana”.