El último fin de semana de octubre viene fuerte. Y es que el cierre del décimo mes del año estará marcado por dos fenómenos que ocurrirán al mismo tiempo: en primer lugar, el tradicional cambio de hora que da paso al horario de invierno, y en segundo lugar, las fuertes lluvias que afectarán a buena parte del territorio peninsular (siendo el cuadrante noroeste la zona en la que se esperan más precipitaciones), que han motivado una reciente alerta de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).

El organismo meteorológico ha activado un aviso amarillo por lluvias para el sábado en el noroeste e interior de A Coruña, el interior de Pontevedra, las Rías Baixas, las zonas montañosas y del sur de Lugo y las zonas montañosas de Ourense. A su vez, se espera la acumulación de hasta 40 litros por metro cuadrado en un periodo de 12 horas.

En la misma línea, la AEMET ha alertado por los fenómenos costeros que amenazarán durante todo el fin de semana. Para el sábado, los avisos son naranjas en toda la costa gallega y amarillos en las costas de Asturias, Cantabria, País Vasco, Baleares, Granada y Almería.

Otras zonas afectadas por las lluvias

Por otra parte, Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología, ha expuesto que las lluvias no se limitarán a los territorios mencionados, sino que también afectarán a ciertas zonas de Asturias, al oeste de Castilla y León y al tercio norte de Extremadura.

De cara al domingo, se espera que un nuevo frente atlántico entre en zonas peninsulares, con un área de influencia mayor, dejando lluvias en toda la mitad oeste de la península y pasando por agua el cambio de hora.

Ya el domingo, se convertirá en protagonista un nuevo frente atlántico. Su área de influencia será superior y dejará lluvias en la totalidad del oeste peninsular, con lo que muchos españoles tendrán un día de adaptación al cambio de hora pasado por agua. Paralelamente a la vertiente atlántica, el área mediterránea tendrá un panorama de cielos poco nubosos. 

¿Por qué se cambia la hora?

Dos veces al año en España, se modifica la hora durante la madrugada para intercambiar el horario de verano y el de invierno. En verano, se pasa de las 2:00 de la madrugada a las 3:00, y en invierno, de las 3:00 a las 2:00, como será el caso de este fin de semana.

A raíz de este hábito, surge una evidente pregunta: ¿Cuál es el motivo que existe detrás de esta acción que llevamos a cabo una vez cada seis meses? ¿Y cuál es el origen?

La principal razón para explicar este cambio es la del ahorro de energía, ya que permite un mejor aprovechamiento de la luz natural y un amanecer más temprano al que la población se adecúa rápidamente. Pero ¿por qué se realiza durante la madrugada? Simplemente, para minimizar el impacto del cambio en la sociedad, tanto en el ámbito fisiológico como económico. "Debido a que se hace de madrugada, la mayoría de personas no siente nada o las alteraciones orgánicas le duran entre dos y cinco días", apunta el vicepresidente de la Sociedad Española de Neurología, Jesús Porta. 

Sobre el origen del cambio horario, las primeras notificaciones que se tienen de este acto datan de la Primera Guerra Mundial. Países como Alemania, Gran Bretaña o Estados Unidos decidieron poner en marcha el horario de verano con el objetivo de ahorrar energía de cara al conflicto, adelantando los relojes para esperar más tiempo para encender las luces. Con el paso de los años, la práctica fue adoptándose en más países y convirtiéndose poco a poco en una costumbre. En esencia, el motivo por el que comenzó a aplicarse es el mismo que en la actualidad: ahorrar energía.