Un nuevo estudio realizado en el Hospital Health Shands de la Universidad de Florida (Estados Unidos) ha detectado partículas del coronavirus con capacidad infectiva suspendidas en el aire a unos cinco metros de un paciente contagiado. El resultado de esta investigación pondría en cuestión las medidas de distanciamiento social de dos metros establecidas en la actualidad en locales comerciales u oficinas.

Los científicos tomaron dos muestras de aire de una habitación en una sala dedicada a los pacientes con Covid-19 en el hospital, una a dos metros de los pacientes y la otra a unos cinco metros de ellos. El resultado fue que pudieron recolectar virus a ambas distancias y luego demostrar que el virus que habían extraído del aire podía infectar células en una placa de laboratorio, según adelanta The New York Times.

Los espacios interiores podrían acumular más virus en el aire

La secuencia del genoma del virus aislado era idéntica a la de un hisopo de un paciente sintomático recién admitido en la habitación, en la que se realizaba seis cambios de aire por hora y que estaba equipada con filtros eficientes, irradiación ultravioleta y otras medidas de seguridad para inactivar el virus antes de que el aire se reintrodujera en la habitación.

Eso puede explicar por qué los investigadores encontraron solo 74 partículas de virus por litro de aire, dijo John Lednicky, virólogo principal del equipo en la Universidad de Florida. Los espacios interiores sin buena ventilación, como las escuelas, podrían acumular mucho más virus en el aire, advirtió el científico.

La OMS reconsidera esa posibilidad

Algunos expertos han expuesto sus dudas sobre si la cantidad de aire recuperada en el estudio es suficiente para causar una infección, como defienden los investigadores de la Universidad de Florida.

A principios de julio, la Organización Mundial de la Salud (OMS), anunció que revisaría sus recomendaciones tras las evidencias de que el Covid-19 flota en el aire, aunque añadía que las pruebas aún no eran definitivas. Su cambio de visión llegó después de una carta abierta firmada por 239 científicos de 32 países que exigían al organismo que valorara esa posibilidad.