El pasado 25 de diciembre El País publicaba una dura columna de Eva Gümil en la que cargaba contra la programación en Nochebuena asegurando que eran tan "predecible" que para escribir su texto "podría haber copiado palabra por palabra" otras publicadas en el diario dirigido por Pepa Bueno en los últimos años.

Lo cierto es que no miente. Nadie ha reinventado la tele este 2022. Si analizamos a grosso modo la programación navideña de los últimos años Telecinco siempre ha apostado por el programa musical (librándonos ahora de los incalificables teatrillos de José Luis Moreno), Antena 3 ha apostado por resúmenes de sus programas y TVE apuesta por el ya mítico Telepasión y especiales musicales con artistas de renombre. En definitiva, una oferta variada, familiar y sencilla de ver y de comentar en una noche como la Nochebuena.

Sin embargo, unas líneas más abajo de la citada columna la periodista cargaba contra la oferta de TVE y en concreto sobre la elección de Ana Obregón y Mario Vaquerizo como maestros de ceremonias de Telepasión. Tras asegurar que el dúo "emocionará a la mayoría conservadora del Tribunal Constitucional" - qué pronto envejecen algunas crónicas - explicaba que los rostros evidencian el desinterés de RTVE "por atraer a cualquier nacido hace menos de medio siglo". Sin embargo, los datos desmienten el tópico.

Sin contar el discurso de Felipe VI, TVE emitió en su Nochebuena tres programas. Por un lado Telepasión, por otro un especial de Raphael y por último un concierto de la banda Morad. Como resultado, La 1 fue líder del sábado (12,3%) gracias a los datos de su programación navideña. Mientras que el primer programa alcanzó un 19,4% mejorando casi un punto de audiencia comparado con 2021 y Raphael casi llegó a casi dos millones de hogares.

Para poner en perspectiva, La 1 no lideraba la Nochebuena desde el 2018. Y en ambas emisiones fueron precisamente los jóvenes quienes más siguieron el programa y ayudaron a subir su dato de audiencia. Los espectadores entre 13 y 24 años fueron el grupo predominante en Telepasión con el 26% del total mientras que en el especial del de Yo soy aquel eran de nuevo el grupo mayoritario con el 25%.

"Hay que conseguir productos transversales", cuenta a ElPlural.com un alto directivo de RTVE que prefiere no dar su nombre. "Si las personas que han criticado el programa de Raphael se hubieran dedicado a verlo hubieran visto que cruzaba actuaciones con grandes cantantes del momento como Nathy Peluso, Mónica Naranjo o Guitarricadelafuente. Se trata simple y llanamente de unir a varias generaciones en un solo producto", explica.

"Hacen falta personas de 22 en la tele. La media de edad está de cuarenta y pico para arriba"

"Solo flojeamos en Morad, y hemos analizado que bajamos porque el público se fue a ver Antena 3. No hay que tirarse por el topicazo de que si es Raphael no va a gustar a nadie joven", añade. "De casa delante del televisor tienes al público de toda la vida de RTVE y al público más joven que se queda a ver al artista que le gusta. Es un ejemplo de buen hacer", explica a este medio otra directiva de la corporación.

Por lo pronto, esta Nochevieja RTVE ofrece diferentes opciones en cada una de sus ventanas. Mientras que La 1 estará llena de artistas, La 2 apuesta por el ya imprescindible Cachitos y una novedad: La Casa Playz.

Esta idea original de César Vallejo e Irene Mahía se ha adelantado a su estreno para emitirse en TikTok. Desde este 30 de diciembre se puede seguir en directo el especial así como ver varias de sus actuaciones con artistas que no tienen cabida en otros programas musicales durante la Navidad. 

"La Casa Playz nace para cubrir el hueco que TVE necesita cubrir que es el de los artistas independientes. La 1 está cubierto por el mainstream y La 2 por el indie. Hay artistas que crecen en plataformas como Spotify y que tienen canciones con nueve millones de escuchas que no suenan en las radiofórmulas", explica un trabajador de la casa implicado en el programa. 

No hay que tirarse por el topicazo de que si es Raphael no va a gustar a nadie joven

"Raphael ha tenido artistas jóvenes, pero estos artistas no están en ningún circuito. La modernidad se la ha quedado digital. Es la primera vez que se va a emitir un programa en TikTok. Seguramente no haya nadie viendo el programa el 31 a las 12 de la noche. Se ha hecho enfocado para verse el viernes 30 en TikTok y probarlo", indica.

Y es que para que funcione, la estrategia en redes es fundamental para atrapar a los jóvenes. "Desde comunicación se mantienen las formas tradicionales de comunicación con formatos nuevos que permiten a personas que les interesa un tema concreto. La comunicación en redes sociales también es fuerte. En Eurovisión Junior se ha desarrollado una campaña tradicional y otra muy fuerte en redes sociales como Twitter, Instagram o Tiktok", explican fuentes de RTVE.

La importancia de segmentar

"Salvo el Benidorm Fest no hay programas específicos dirigidos a jóvenes en abierto. No hay contenidos explícitos", explica Juanma Fernández, director de Bluper.

"En ningún momento en las campanadas por ejemplo ha habido perfiles jóvenes. Hay rostros en la casa jóvenes que pueden hacer ese papel como Inés Hernand. La audiencia de RTVE tiene un perfil muy adulto. Están más centrados en amarrar esa poca audiencia que tienen de mayores de 55 años antes que arriesgarse y atraer con otra programación. RTVE no tiene que operar solo como una televisión comercial, ellos no venden publicidad y su producto tiene que tener repercusión bien sea con audiencia lineal o social", critica.

Así, pone como ejemplo la función que realiza Playz, que considera insuficiente: "Con Playz se han hechos estupendos documentales y series que hubieran merecido más cariño y publicidad en el ente emitiéndolo. Al final es transmitir una cuestión de que confías en él".

Por ello, y como solución, apuesta por rejuvenecer la plantilla de RTVE: "Hay que apostar por los jóvenes haciendo contenidos que ellos quieran ver y no los que pensamos que quieren ver. Hay que tener a trabajadores de esa edad que en consonancia con profesionales de recorrido. El ejemplo es Operación Triunfo y cómo se recuperó la audiencia social. Lo mismo pasa con el Benidorm Fest, el año pasado fue todo un éxito y subieron su audiencia en Eurovisión, que era una marca denostada y van por el mismo camino este año".

"Hacen falta personas de 22 en la tele. La media de edad está de cuarenta y pico para arriba", explica el trabajador de La Casa Playz. "Si la media de edad es alta es complicado que se programe. Tiene que haber gente que cree en los jóvenes", añade.

No obstante, en la Corporación señalan por ejemplo el caso de Antena 3. "Antena 3 tiene un canal principal dedicado fundamentalmente al público femenino adulto y llega a otro tipo de público más joven con Atresplayer. Afortunadamente ahora tenemos herramientas tecnológicas con un producto adecuado. Eso no significa que todo lo que se emita en Playz tenga que emitirse en La 1 y que todo lo que tiene buen resultado en La 1 tenga buen resultado en Playz", explica el mismo directivo poniendo ejemplos como Masterchef que funciona en lineal y digital.

"Es como lo del horario del prime time. TVE no puede adelantar el prime time porque no le puede decir a la gente cuándo tiene que ver la tele. Con esto pasa lo mismo. Hay gente que ve la tele sentada frente al televisor o la ve en internet y tiene mucha más variedad de contenido y selección", ejemplifica.

Así, insisten en quitarse de la cabeza la idea de que "lo que no sale en La 1 no tiene importancia". "Es un canal generalista, ninguna grande corporación europea tiene a su canal principal como un canal minoritario. Tiene que ir a todos los segmentos y se demuestra con los datos de Nochebuena. Esta Nochevieja tenemos Radio 3 también, La 2 con una oferta más alternativa y de colmillo retorcido y Playz con un conjunto de música alternativo a los cuarenta y pico artistas que actúan en la gala de La 1".

"La tele pública tiene que atender a todos los públicos, con calidad y a través de todos sus canales" indican los directivos. "No hay que caer en la trampa de las televisiones privadas de que La 1 tenga que asumir todo lo minoritario. Nos pasa lo mismo con Masterchef. ¿Por qué tiene que acabar Masterchef pronto si el resto de televisiones acaban sus productos de madrugada? El consumo en España se mueve y no podemos programar con un horario que nos perjudica cuando las privadas no tienen responsabilidad a la hora de racionalizar horarios. Ni siquiera las autonómicas", expresan.