Llega uno de los días más especiales para uno de los rostros más recordados en la historia de la televisión. El famoso polifacético y humorista, Emilio Aragón celebra su 64º cumpleaños a escasos días de haberse convertido en abuelo por cuarta vez, de su hija Icíar. Las buenas noticias no han parado de circular en el entorno de los Aragón, también con el anuncio del compromiso de Nacho, el benjamín de la familia, con la madrileña Bea Gimeno.

El que se casó con el mundo del espectáculo tanto por delante como detrás de las cámaras al ejercer como actor, humorista y también director, productor o guionista, no solo lo hizo con su trabajo, sino también de la mano de Aruca Fernández-Vega cuando apenas habían llegado a la mayoría de edad. Las coincidencias no solo saltaron a la luz cuando el abuelo de Fernández-Vega contrató a la familia Aragón para un espectáculo, sino que, les precedieron la hermana de Emilio, Rita Irasema y uno de los tíos de Aruca, Manuel Feijóo, situando el primer eslabón en la familia Aragón Fernández-Vega.

Emilio Aragón y Aruca Fernández-Vega se posicionan como uno de los tándems más consolidados a nivel nacional 

Desde entonces, la pareja se ha posicionado como uno de los tándems más consolidados en el panorama nacional. El matrimonio ha tenido tres hijos que no han seguido las huellas de sus progenitores, aunque sí ramas cercanas como lo hizo Icíar Aragón Fernández-Vega. La mayor de sus hijos es licenciada del grado de Publicidad y Relaciones Públicas, y también del máster de Fine Arts en la Academia del Cine de Nueva York, aunque decidió apostar por la fotografía como freelance y fundó finalmente, la agencia de comunicación Crepes and Texas.

Icíar tiene 38 años y está casada con Hugo Rodríguez de la Prada. La pareja tiene cuatro hijos, siendo Cuba la más pequeña de los menores junto a Martín, Aruca y Teo. "Ha llegado para poner la guinda de nuestro pastel. Mi niña bonita. Te queremos. Ayer fue mágico. (...) Fue maravilla. ¡Gracias por todos vuestros mensajes! Tengo la mejor comunidad del mundo. Espero que en unos días podamos compartir la canción con vosotros", así anunciaban el nacimiento de la primogénita de Iciar a través de las redes sociales. La pequeña Cuba nació con “la canción que le compuso su abuelo y en la puerta de la habitación estaban sus tres hermanos con flores esperándola” como homenaje a la tierra que vio nacer a su abuelo, en La Habana.

En el caso de la hija mediana del matrimonio se introdujo en el mundo de la moda y el estilismo. Su formación llevó a Macarena a trabajar en firmas como Cortefiel, pero también la creación de su propia firma con Studio Philocaly’s. Y, por último, el benjamín de la familia Aragón también comparte la misma pasión por el mundo del estilismo y la gastronomía. Nacho también tiene su propia firma, a través de Neutrale, en la fabricación sostenible de prendas.

Una vida ligada al arte escénico

Emilio Tomás Aragón Álvarez nació en Cuba el 16 de abril de 1959. El empresario audiovisual nació en el seno de una familia granadina adquiriendo el oficio de sus progenitores, el famoso Miliki, Emilio Aragón Bermúdez, y Rita Violeta Álvarez. La carrera de Aragón comenzó desde muy joven acompañando a su padre en El Gran Circo de TVE, El Show de Gaby, Fofito, Miliki y Milikito y el conocido Los Payasos de la tele. Desde entonces, se consagró en el mundo televisivo como showman, presentador, cantante, músico y actor.

No solo se mantuvo en la cadena pública, sino que su huella también pasó por la serie Médico de Familia como productor y director tanto de los contenidos como de la propia banda sonora que puso el fondo de una de las series más conocidas de la pantalla. No solo se atrevió a cruzar por las puertas de Telecinco, sino que también se pasó a Atresmedia y aventuró como presentador en varios programas como El gran juego de la oca o El Club de la Comedia.

Aragón se consagra como uno de los grandes del mundo televisivo 

Debido a su largo recorrido, Emilio se consagró con el Premio Nacional de Circo de 1997 de la mano del Circo del Arte, el ahora Teatro Circo Price. Siempre ha llevado el humor por bandera y nunca se ha separado del circo, aunque también lo ha hecho con la música en la composición de ritmos destinados al público infantil. Sus primeras obras en la industria musical fueron Había una vez un disco, Cómo me pica la nariz y Cantando, siempre cantando.

No solo se vinculó con el mundo musical, sino que también de la danza al crear el ballet clásico de Blancanieves con Tamara Rojo como protagonista o como director con largometrajes como Pájaros de papel, o A night in Old Mexico.