La infección por coronavirus se manifiesta con mayor o menor gravedad, pero siempre altera la calidad de vida y puede afectar a la capacidad de conducir o agravar patologías previamente controladas elevando el riesgo de accidente de tráfico.

Las principales manifestaciones  de la enfermedad son fiebre, tos, dolor de garganta, ausencia de gusto, debilidad muscular, SDRA (síndrome de dificultad respiratoria aguda), mareos, malestar, náuseas, diarrea y fallo renal.

El virus puede provocar también alteraciones cardiovasculares, del metabolismo de la glucosa, del nivel de conciencia, accidente cerebrovascular, neuralgia, visión borrosa, fenómenos trombóticos y fallo multiorgánico.

El posible deterioro físico que provoca la enfermedad puede tener consecuencias a la hora de conducir. Los expertos en salud mental señalan un incremento del estrés, dificultades de concentración o insomnio que afectan a todas las áreas de la vida y también pueden repercutir en la seguridad incrementando el riesgo de accidente, según advierte la Dirección  de Tráfico (DGT). Estas son sus recomendaciones ante síntomas como los mencionados:

-Debilidad, fatiga, dolor muscular y articular

Conviene evitar los viajes largos y planificar bien los desplazamientos para realizar periodos de descanso y mover las extremidades.

-Insuficiencia respiratoria

Es muy importante realizar una ventilación adecuada del vehículo, evitando las horas de más calor e impidiendo que se fume dentro.

-Alteraciones cognitivas (toma de decisiones, proceso de información)

 No es recomendable conducir hasta que se haya recuperado totalmente la capacidad cognitiva y desaparezca el estado de confusión.

-Enfermedades cardiovasculares o metabólicas anteriores a la covid-19

Estas pueden sufrir alteraciones y complicaciones con procesos como hipoglucemia en caso de diabetes, mareos o pérdida de conocimiento por arritmias. En todos estos casos es conveniente no conducir hasta estabilizar el proceso.

-Problemas de visión (borrosa, ojo seco...): Antes de ponerte al volante consulte a su oftalmólogo para que determine si los problemas de visión son incompatibles con una conducción segura. Evite conducir en horas de iluminación extrema.

-Síntomas neurológicos (mareo, alteración de conciencia, temblores, ataxia...)

Si se sufre alguna de estas secuelas lo más aconsejable es no conducir. También se tendrá que avisar al médico de cabecera para descartar trastornos del sistema nervioso.

Cuarentena ante esos síntomas

Si es conductor profesional o el vehículo es su herramienta de trabajo, antes de volver a conducir hable con su médico de cabecera para considerar posibles alternativas. Ante un positivo o los síntomas descritos, el conductos tendrá que cumplir primeramente la cuarentena en casa sin realizar ningún tipo de desplazamiento.