La leche materna humana mata a la mayoría de las cepas vivas del Covid-19, según un estudio realizado por investigadores de Pekín, en China, sobre células expuestas al virus.

La leche se había recogido en 2017, mucho antes del inicio de la pandemia, y los tipos de células analizados variaron desde células renales animales hasta células pulmonares e intestinales humanas jóvenes.

Según el equipo dirigido por el profesor Tong Yigang de la Universidad de Tecnología Química de Pekín, la leche materna consiguió "bloquear la adhesión viral, la entrada e incluso la replicación viral posterior a la entrada". 

El posible error de separar a las madres con Covid de sus bebés

Este hallazgo, publicado en dos artículos de Biorxiv.org, del que se hace eco Nius, contradice la forma de actuar en un principio en Wuhan, ciudad china donde se detectó el virus por primera vez. Según informes de los medios de ese país en febrero, allí a los recién nacidos se les separó de sus madres que dieron positivo y fueron alimentados exclusivamente con leche de fórmula

El Centro para el Control de Enfermedades de Estados Unidos aseguró en su momento, también, que los bebés amamantados por madres positivas en Covid-19, incluso, sospechosas de padecerlo también deberían ser considerados portadores "sospechosos".

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha defendido que las madres deben continuar amamantando a sus hijos incluso si tienen Covid-19. El organismo internacional hizo un seguimiento hasta junio a 46 mujeres positivas de varios países que amamantaban a sus hijos. En aquella investigación, se detectaron genes virales en la leche de tres madres, pero no hubo evidencia de infección. Solo un bebé dio positivo y no se pudo descartar la transmisión por otros medios.

La leche materna inhibe la infección

En el estudio llevado a cabo por la Universidad de Tecnología Química de Pekín, los investigadores mezclaron algunas células sanas en la leche materna humana, luego lavaron la leche y expusieron las células al virus. Los científicos comprobaron que casi no había unión viral o entrada a estas células e, incluso, se detuvo la replicación viral en células ya infectadas. Su conclusión fue que la infección podría ser inhibida por la leche materna, al igual que tiene efectos supresores sobre bacterias y virus como el VIH.

Los expertos sospechaban que el coronavirus era sensible a algunas proteínas antivirales conocidas en la leche, como la lactoferrina. El suero de leche de vaca y cabra fue capaz de suprimir las cepas virales vivas en aproximadamente un 70%, según este estudio, en comparación a la eficacia del suero humano, que alcanzó casi el 100%.