A Henar Álvarez, guionista y cómica, le gusta hablar de las cosas por su nombre y no se entretiene en eufemismos. Acaba de publicar un provocador cómic ilustrado por la jerezana Ana Müshell titulado 'La mala leche' (Planeta), en el que se habla sin tapujos de la sexualidad y el deseo no resuelto de una joven madre primeriza. La protagonista es Nani (alter ego de la autora) que sueña con que su pareja beba la leche de sus pechos. Esta novela gráfica aborda con mucho humor cuestiones relacionadas con el feminismo, la sexualidad de las mujeres, la maternidad y el miedo a la muerte, entre otras cosas. Justo el día en que se publicó el libro, la apuesta más arriesgada de Planeta hasta la fecha, aseguran en la editorial, Secuoya Studios compró los derechos para convertirlo en una serie de capítulos de media hora.

El debut de Henar Álvarez en 'Late motiv' junto a Andreu Buenafuente, con un monólogo sobre 'La p*** de la clase' (omitimos la palabreja porque no es del gusto de Google), disparó su popularidad. En la actualidad presenta 'Buenismo bien', en la cadena SER junto a Quique Peinado y Manuel Burque, además de colaborar como guionista y tertuliana en varios programas de televisión. Lo suyo es hablar de las cosas por su nombre y, aunque no le gusta que tachen su humor de feminista, el feminismo impregna todo lo que hace. "A un tío que solamente hace humor desde un punto de vista de hombre y que solamente habla de vivencias que le pasan a los hombres, nadie le pregunta si su humor es masculinista. A mí me da rabia que siendo la mitad de la población mundial, si a nosotras nos ponen etiquetas, nos convierten en un subgénero", se queja, para reconcerse como feminista, "por supuesto".

"El libro tiene muchas cosas autobiográficas, pero por primera vez me han dejado contarlo de la manera en la que yo quería"

PREGUNTA.- ¿Qué es para ti esta novela gráfica, la primera que escribes?
RESPUESTA.- Es la primera oportunidad que he tenido de hacer ficción. El libro tiene muchas cosas autobiográficas, pero por primera vez me han dejado contarlo de la manera en la que yo quería. Organizar todos esos elementos, para contar el deseo, para que otras personas se pudieran sentir identificadas con mi personaje. Este libro me ha dado la oportunidad de hacer algo que deseaba y luego ha pasado lo de los derechos. Estoy a punto de tatuarme el título, porque solo me está trayendo cosas buenas.

"He escuchado mucho que un hombre si no tiene lo que quiere en su casa, lo va a buscar fuera. ¡Ah! ¿Y nosotras, entonces?"

P.- En 'La mala leche' utilizas muchos lugares comunes y tópicos. ¿Qué representan los tópicos en tu humor?

R.- Uso los tópicos para desmontarlos, para darles la vuelta. Para mí los tópicos son una herramienta de opresión absoluta sobre el género femenino: desde que a los hombres les gusta f***** [para Google sería mejor hablar de 'hacer el amor'] más que a las mujeres, que eso ya lo hemos escuchado mil veces, que una mujer en cuanto muestra algo de pasión es una p***, una g**rr* o cualquiera de los sinónimos que se nos ocurra... He escuchado mucho que un hombre si no tiene lo que quiere en su casa, lo va a buscar fuera. ¡Ah! ¿Y nosotras, entonces? ¿O es que no pensáis siquiera que nosotras vayamos a querer nada? Para mí los tópicos son una herramienta muy buena para mostrar cómo el mundo se equivoca acerca de lo que es una mujer, sobre lo que piensa y siente una mujer.

"Cuando tú dices de algo que es feminista, la gente no entiende que puede ser algo divertido"

P.- No te gusta que se etiquete tu humor como humor feminista, pero el feminismo es algo trasversal en todo lo que haces.
R.- No me gusta que me etiqueten porque me limita a la hora de que el público me vea. Yo trabajo haciendo guión y lo veo constantemente: cuando tú dices de algo que es feminista, la gente no entiende que puede ser algo divertido. El libro es muy divertido. Cuando empiezan a poner esas etiquetas, te limitan. Por supuesto que mi humor es feminista, porque yo soy una mujer feminista, entonces todo lo que yo escriba va a ser feminista. Es evidentísimo, Pero por ejemplo, a un tío que solamente hace humor desde un punto de vista de hombre y que solamente habla de vivencias que le pasan a los hombres, nadie le pregunta si su humor es masculinista. A mí me da rabia que siendo la mitad de la población mundial, nos pongan etiquetas convirtiéndonos en un subgénero. Yo no soy un subgénero, si yo le gusto a un montón de mujeres. ¿Por qué mi humor no puede ser mainstream? Yo quiero que lo sea, y si le ponemos etiquetas, lo limitamos. Me molesta solo por eso. Está clarísimo que yo hablo desde donde hablo, es innegable, y estoy muy orgullosa y quiero que sea así, que no parezca lo contrario.

P.- El humor durante mucho tiempo ha sido cosa de hombres, como otras tantas actividades de la vida. ¿Es complicado abrirse camino en ese mundo de hombres?
R.- Creo que es más complicado en los medios de comunicación. No es que el humor haya sido cosa de hombres, es que todo lo que llevaba el prestigio, lo que hacía tener un poder, estaba liderado por ellos. Ahora no tenemos más dificultad que nadie, porque hoy en día hay más shows mixtos. Creo que el problema es cuando tienes que dar ese salto a los medios de comunicación. Ahí sí, no lo digo yo, son números, mirad los programas que hay, mirad el número de colaboradores y de colaboradoras que hay y evidentemente ahí es donde empieza a haber una brecha importante. 

P.- No sé si con este cómic temes despertar las críticas de las llamadas 'fuerzas vivas', porque es bastante provocador, como es tu humor en general. ¿Has tenido ya algún tam tam en este sentido?

R.- Te prometo que todas las críticas que me han llegado han sido buenísimas. Creo que nos resulta provocador porque no estamos acostumbrados a escuchar a las mujeres hablar de esa manera tan libre del sexo. Pero creo que cualquier mujer que lo lea, se va a sentir identificada. A lo mejor no con la forma de expresarme, que sé que soy muy bruta a veces diciendo algunas cosas. Cuando era joven leía muchísmo al marqués de Sade, a Henry Miller, que me fascinaban, y nadie hablaba de ellos como si fuesen unos pervertidos, bueno, del marqués de Sade sí. Se hablaba de hombres que utilizaban el sexo para hablar de la condición humana. ¿Por qué no lo va a hacer una mujer? Tampoco es nada fuerte, simplemente choca verlo dicho desde nuestro punto tan a las bravas, dándole exactamente igual.

"La religión es el único tema en el que me corto, pareciéndome injusto"

P.- ¿Hay líneas rojas en el humor? ¿Tú te pones líneas rojas?
R.- No. Solamente tengo que admitirte, y me da rabia, que muchas veces me corto al hacer algunos chistes si tienen que ver con la religión. Ni siquiera son chistes ofensivos para con la religión. Yo estudié en un colegio de monjas, en otro de curas y forma parte de mi vida. El humor que hago, lo hago desde mi punto de vista y desde mis vivencias, como casi todo el mundo que escribe. Es imposible hacerlo de otra manera. Pero en ese tema me corto más porque ahora de repente te encuentras que te sientan en un banquillo. No sabes por dónde te van a salir. La religión es el único tema en el que me corto, pareciéndome injusto.

P.- Hubo un debate muy intenso, ya superado, de los chistes sobre el terrorismo.
R.- Es que incluso va más allá. Yo me acuerdo de lo que pasó con el c*** insumiso... ¿cómo se puede llevar eso a los tribunales? De verdad que me mata. Ni siquiera entiendo dónde está la ofensa. La estética de los movimientos artísticos del mundo en el que vivimos también nos inspiran. En este caso, creo que ni siquiera tiene que ver nada con la religión. Lo que hacen es coger una estética de las procesiones. Que te puedan poner una denuncia por eso, me parece tremendo. Es con lo único que me puedo cortar, sin ni siquiera hacer cosas que sean ofensivas. Es en lo único que no entro. En lo demás, todo.

P.- ¿Por ejemplo, resulta terapéutico abordar la pandemia y la situación que estamos viviendo en clave de humor?

R.- Seguro. Es que yo creo que el humor es terapéutico para llevarlo a todo. Yo tengo un programa en la Cadena Ser, que se llama Buenismo Bien, y durante la pandemia hicimos programas diarios. Hicimos sketches sobre lo que estábamos viviendo. Los dramas si los sobrellevas con humor, pues muchísimo mejor.

"Ser cómico más que un estilo de vida es una personalidad"

P.- ¿Crees que ser cómico es un estilo de vida? ¿Te llevas el trabajo a casa?
R.- Más que un estilo de vida, es una especie de personalidad. Estás constantemente estudiando el mundo, miras mucho todo lo que sucede a tu alrededor, lo analizas todo y luego, casi sin querer, estás dándole una vuelta para darle una explicación. De ahí surge la comedia. De hecho, creo que no solo la comedia, cualquier trabajo creativo te lo llevas a casa, porque cualquier persona que se dedique a la escritura sabe que puedes estar 9 horas en un sitio y no te viene la inspiración. Luego, te bajas a tomar unas cañas y dices 'ahora'. Eso me pasa mucho, incluso durmiendo. Voy al móvil corriendo y me pongo a escribirlo. 

P.- ¿Te ha pasado alguna vez con algún chiste que te has currado mucho y que a ti te parece la bomba y que enfrente no encuentras esa receptividad?
R.- No, y te digo por qué. Soy super meticulosa y autoexigente destructiva. Cuando escribo un monólogo, puedo tardar un día en escribirlo, pero luego se lo paso a mis compañeras, se lo hago a mi novio, se lo hago a mi madre, a mis amigos... Entonces cada vez que veo que algo no funciona, lo tacho y lo reescribo. Cuando ya voy a actuar, cada línea está cuidadísima, al milímetro.

"La conciliación para mí es un unicornio, no existe. Afortunadamente, mi pareja se ocupa"

P.- ¿Cómo concilias tu vida familiar con el humor?
R.- La conciliación para mí es un unicornio, no existe. Afortunadamente, mi pareja se ocupa de todas estas cosas y entonces yo puedo tirar para adelante. 

P.- En tu cuenta de Twitter te defines como faraona del drama, campeona del pop, kamikaze en Buenismo Bien, cómica, guionista y bocachancla. ¿Hay que ser un poco kamikaze para dedicarse a esto?

R.- Depende del humor que hagas. Yo pongo lo de kamikaze porque nunca me corto, salvo que sea para que no me pongan una denuncia. Hay gente que me da mucha envidia, que hace humor blanco, y les flipará hacerlo, por eso creo que no todo el mundo tiene que ser kamikaze. A mí me gusta hacer puenting cuando voy al escenario, algunas veces se rompe la cuerda y mala suerte. H*****s en internet me he llevado un montón, pero el que no arriesga no gana. Es lo que a mí me gusta hacer.

P.- ¿Y bocachancla?
R.- Kamikaze y bocachancla va de la mano. Soy súper bocachancla y de meter la pata, pero eso en mi vida normal, de decir cosas que no tengo que decirlas delante de quien no tengo que decirlas. Luego siempre pienso, esto, ¡hala!, al monólogo.