Este jueves 1 de diciembre se celebra el Día Mundial de la lucha contra el SIDA, una fecha señalada en el calendario que pone el foco sobre el virus y en especial del estigma del virus. A pesar de que hace varias décadas que convive entre nosotros todavía hay quien confunde VIH y SIDA pese a ser dos conceptos diferentes.

Por un lado se encuentra el VIH (Virus de la inmunodeficiencia humana). Se trata de una afección ya cronificada gracias a la ciencia con la que se puede realizar una vida normal y no transmitir la enfermedad ya que las personas que siguen el tratamiento son indetectables y, por tanto, intransmisibles.

A pesar de todo, el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA, o AIDS en inglés), es causado por el VIH cuando no se trata. El SIDA es la etapa más avanzada de la infección con el VIH. Con el paso del tiempo el virus ataca y destruye poco a poco el sistema inmunológico de la persona que vive con VIH. De esta forma, al no tener las defensas como una persona sana, la persona es propensa a contraer varias infecciones que no afectan a los primeros. Denominadas como infecciones oportunistas, es normal que las personas en fase sida desarrollen varios tipos de cáncer, como el sarcoma de Kaposi, linfoma y cáncer de cuello uterino, entre otros problemas de salud.

¿Cómo se transmite el VIH?

Según la ciencia, existen cuatro fluidos por los que se transmite el VIH. En concreto, se trata de la sangre, el semen, las secreciones vaginales y la leche materna de las personas infectadas. Estos cuatro elementos tienen una concentración suficiente de virus como para poder transmitirlo. De esta forma, el VIH se trransmitirse por tres vías: sexual, sanguínea y de madre a hijo/a.

No obstante, no es el único requisito. Para que la infección se produzca es necesario que el virus penetre en el organismo y entre en contacto directo con sangre y mucosa como el interior de la boca, vagina, pene y recto.

¿Cómo se previene el VIH?

Además, el Ministerio de Sanidad ha elaborado una serie de recomendaciones para evitar la infección por VIH. Así, principalmente recomiendan mantener relaciones sexuales sólo con una pareja que no esté infectada por el VIH y que a su vez dicha pareja no mantenga relaciones sexuales con otras personas. Siempre sin olvidar el uso del preservativo, masculino o femenino.

También piden utilizar siempre material estéril y evitando el uso compartido de jeringuillas, agujas y otros útiles de inyección, si la persona consume drogas inyectadas. No solo eso. También piden que se utilice siempre instrumentos para perforar la piel (agujas de acupuntura, tatuajes o el piercing) de un solo uso o estériles y nunca compartir cuchillas de afeitar ni cepillos de dientes.

Por último, si se trata de una embarazada seropositiva, explican que hay tratamientos que reducen eficazmente el riesgo de transmisión del virus a su futuro hijo o hija durante el embarazo y parto ya que una madre infectada no debe dar el pecho a su bebé.