“La salud es un derecho humano y debe ser una de las principales prioridades de inversión para lograr la cobertura sanitaria universal. En este Día Mundial del SIDA, reconozcamos que, para superar la COVID-19 y poner fin al Sida, el mundo debe ser solidario y compartir la responsabilidad”. No lo decimos nosotros, claro, lo dice António Guterres, Secretario General de Naciones Unidas.  

Y no está mal recordarlo y mezclar ambas pandemias, si tenemos en cuenta el impacto negativo que el coronavirus está teniendo en el SIDA. En primer lugar, porque lo ha apartado de la actualidad. Pero no solo por eso. 

Tratamiento para todos. Imagen: Naciones Unidas

Las mujeres que sufren violencia doméstica tienen el doble de posibilidades de ser infectadas 

Violencia contra mujeres 

Uno de los aspectos sobre los que llama la atención la ONU es sobre el crecimiento de  la violencia contra las mujeres y de las desigualdades de género provocado por el COVID-19. Esto supone multiplicar “exponencialmente los riesgos y las vulnerabilidades de las mujeres respecto al VIH”, porque en zonas “en las que hay una fuerte prevalencia, como el África subsahariana, las que son víctimas de violencia dentro de la pareja tienen un 50 por ciento más de probabilidades de vivir con el virus de inmunodeficiencia humana”. 

El problema es también para los propios agresores: “Se observa también que los hombres que practican la violencia contra las mujeres tienden a correr ellos mismos más riesgo de infectarse. Además, tienden a usar con menor frecuencia los preservativos, lo que, a su vez, también hace crecer el riesgo de transmitirlo”. 

Esa violencia hace que muchas mujeres y chicas adolescentes “que viven con el virus de inmunodeficiencia humana no revelen su estado serológico positivo a sus parejas, familiares y profesionales de atención sanitaria”. Como consecuencia, muchas de ellas no reciben el tratamiento adecuado. 

Casi dos millones de infecciones por VIH en menores de 14 años 

Datos 

Hemos recopilado los principales datos sobre el SIDA aportados por Naciones Unidas, para que [por lo menos] hoy, no se nos olvide el drama que sigue suponiendo en la actualidad esta enfermedad.  

  • 38 millones de personas viven con el virus de inmunodeficiencia humana en todo el mundo. De ellas, 1,8 millones son menores de 14 años 
  • 26 millones de pacientes tienen acceso a la terapia antirretroviral 
  • 1,7 millones de nuevas infecciones en 2019 
  • 690.000 fallecieron a causa de enfermedades relacionadas con el SIDA el año pasado 
  • Desde su aparición, 75,7 millones de personas han sido infectadas y 32,7 millones han fallecido por enfermedades relacionadas con el SIDA 
  • Alrededor de 7,1 millones de personas no saben que viven con el virus 
  • Desde el pico alcanzado en 1998, las nuevas infecciones por el VIH se han reducido en un 40%.  
  • Desde el pico alcanzado en 2004, los casos de muertes relacionadas con el SIDA se han reducido en más de un 60%. 
  • Cada semana, alrededor de 5.500 mujeres jóvenes de entre 15 y 24 años contraen el VIH. 
  • En África subsahariana, cinco de cada seis nuevas infecciones en adolescentes de entre 15 y 19 años afectan a niñas. Las mujeres jóvenes de entre 15 y 24 años tienen el doble de probabilidades de vivir con el VIH que los hombres.  
  • A finales de 2019, había 18.600 millones de dólares estadounidenses disponibles para la respuesta a la enfermedad en los países de ingresos bajos y medianos, casi 1.300 millones menos que en 2017. 
  • Alrededor del 57% del total de los recursos destinados al VIH en dichos países en 2019 procedia de fuentes nacionales 
  • ONUSIDA estima que se necesitarán 26.200 millones de dólares estadounidenses para la respuesta al SIDA en 2020