El mundo se encuentra en pausa. O ese es al menos el mensaje que percibimos de los mercados. Las ciudades se han vaciado de viandantes y muchos pisos que iban a ser ocupados permanecen vacíos a la espera de ese inquilino que impregne con su aroma algo llamado hogar.
No obstante, mientras algunas fuentes aseguran que en estos días las tradicionales plataformas de compra-venta y alquiler de pisos están haciendo su agosto, lo cierto es que la curva de nuevos anuncios es descendente. Así lo aseguran fuentes de Idealista a El Plural: “No hemos detectado un pánico vendedor. El flujo de pisos que van apareciendo sigue una curva normal, tirando a descendente por la única razón de que el mercado está parado”.
Tal y como explica la empresa a este periódico, aunque el lunes se publicaron 270 nuevos anuncios en la web para el mercado ubicado en Madrid y 435 para el de Barcelona, esa cifra, que pudiera parecer llamativa, en realidad es inferior a la registrada durante los dos lunes anteriores. “Lo que si hemos detectado es un aumento de los contratos temporales de entre tres, cuatro o cinco meses de los pisos publicados. Es decir, los nuevos inmuebles se alquilan por temporadas cortas. Quien ahora ponga un piso en alquiler no va a realizar un contrato para ese piso por siete años. Entendemos que cuando pase la crisis sanitaria el arrendador valorará si le interesa ponerlo en el mercado del alquiler a largo plazo o acudir a otros mercados tipo Airbnb”, matiza Idealista.
Precisamente tanto Airbnb como Booking, son dos de las plataformas más afectadas por la crisis sanitaria al verse drásticamente reducido el flujo de turistas a las ciudades de destino. De hecho, Airbn comenzó a aplicar desde el pasado sábado la denominada ‘Política de Causa de Fuerza Mayor', que facilita la cancelación de las reservas sin cargos ni penalizaciones. Además, la empresa se enfoca ahora en buscar soluciones para salvarse de la quiebra y mitigar el impacto económico sobre los anfitriones, que dependen muchos de ellos del alquiler de pisos turísticos: “Esta decisión tendrá un impacto en los anfitriones de todo el mundo, muchos de los cuales dependen de los ingresos que generan en Airbnb”, afirma la empresa a través de un comunicado. Circunstancias adversas que bien podrían beneficiar al mercado de alquiler residencial una vez haya sido eliminado un competidor de tamaña magnitud.
No obstante, y pese a lo que pudiera parecer, Idealista confirma a El Plural que no han detectado, un trasvase de usuarios desde las plataformas de alquiler de pisos turísticos a la suya, aunque las cifras puedan dar a entender eso: “Algunos de estos nuncios si proceden de Airbnb pero no hemos detectado un traslado de usuarios como tal”, afirma.
De hecho, los puntos neurálgicos de alquiler continúan siendo las principales ciudades españolas: “Los mercados de Madrid y Barcelona son súper dinámicos y aunque generalmente parezca que hay pocos pisos disponibles, lo cierto es que se publican muchas nuevas ofertas diariamente”, explican fuentes de Idealista que ahora temen cómo puede afectar a la empresa la prolongación del Estado de Alarma y la propagación del Covid-19. “Cualquier anomalía del mercado nos viene mal. No sentimos que esta crisis nos vaya a beneficiar sino que como a cualquier empresa nos viene todo muy mal. Muy pocas empresas ahora mismo se van a beneficiar de este momento”.
