Conmoción en Turquía. El presidente del MKE Ankaragücü, Faruk Koca, saltó al campo tras la conclusión del partido contra el Çaykur Rizespor no sólo para increpar al árbitro Halil Umut Meler, sino también para propinarle una brutal paliza que ha parado los corazones de los aficionados al fútbol de todo el mundo. La Federación Turca, ante el “despreciable e inhumano” ataque del alto directivo, ha pospuesto “indefinidamente” todos los partidos de “todas las ligas” del país. Así lo han expresado a través de un comunicado en su página web, donde condenan y denuncian enérgicamente la “vil agresión”, a la par que señalan el peligroso caldo de cultivo que generan según qué comentarios sobre el colectivo arbitral.

No es cosa sólo de las categorías más bajas o con menos repercusión a nivel mediático. También ocurre en el fútbol profesional y en el de más alto nivel. En la máxima categoría del balompié turco, tras la conclusión de un partido que enfrentaba al MKE Ankaragücü y el Çaykur Rizespor; el presidente del primer club, Faruk Koca, saltó al campo y propinó una brutal agresión al colegiado del encuentro, el internacional Halil Umut Meler.

El alto dirigente del Ankaragücü golpeó en la cara al árbitro turco, a quien, tras caer al suelo, también le soltó una oleada de patadas que le dañaron el rostro. El incidente no sólo ha consternado a los aficionados otomanos, sino también al resto del planeta, después de que el vídeo corriese como la pólvora por las redes sociales en la tarde del lunes.

Suspensión indefinida

Tras la brutal agresión, la Federación Turca de Fútbol salió al paso con un comunicado publicado este mismo lunes, declarando la suspensión de todas y cada una de las ligas del país de manera indefinida. “Condenamos enérgicamente el ataque inhumano y despreciable contra Halil Umut Meler. Seguimos de cerca su estado de salud y le deseamos una pronta recuperación a nuestro valioso árbitro”, reza el escrito publicado por el ente federativo en su página web.

En este sentido, la federación tachó de “vil y despreciable” la paliza que el presidente del Ankaragücü propinó al colegiado. No obstante, han apuntado desde el organismo a quienes entienden como corresponsables de generar el caldo de cultivo que ha puesto a los árbitros en el punto de mira. “Las declaraciones irresponsables de presidentes de clubes, de entrenadores, de directivos y comentaristas de televisión dirigidas a los colegiados han allanado el camino para este vil ataque”, precisan en un comunicado, en el que anuncian haber iniciado “los procesos penales” contra los responsables. Asimismo, sostienen que tanto el club como sus directivos recibirán el castigo “de la manera más severa”.

Testigo de la agresión

La escena se ha clavado en la retina de muchos usuarios de las redes sociales, después de que el vídeo no tardara en viralizarse. El encuentro contaba con la presencia de un español. Concretamente la de Óscar Pinchi, jugador del Çayukur Rizespor, que fue testigo directo de la paliza que el presidente de su equipo rival propinó al colegiado. En El Larguero de la Cadena SER hablaron con el futbolista, quien ha recordado con pesar que se vio superado por la situación y se alejó del tumulto ante las amenazas proferidas por el resto de integrantes de la tangana, la mayoría vinculados al equipo local.

“me daba miedo ver la cara de mis compañeros los turcos. Ahí vi la gravedad del asunto. Esto pasa en España y te metes a separar y es diferente. Los compañeros te mandaban para dentro, te imponían respeto”, confesaba el futbolista español, quien sigue sin “dar crédito” a lo vivido. “Voy a recriminarle al árbitro yo también al final del partido. En el encuentro no ocurrió nada grave. Le fui a decir que llevaban toda la segunda parte perdiendo tiempo. Aparece una persona y le metió un puñetazo”, recuerda Pinchi.

“Lo que te sale al momento es intentar separar. No sabía el peligro. Veo ya a dos o tres personas pegando patadas al árbitro. Me dio una pena… Me aparté, no me quise meter ahí”, continuaba con su relato el extremeño, al tiempo que aclaraba que se alejó de la escena por las amenazas de agresión de algunos jugadores e integrantes del equipo rival. “La gente del Ankara con mano abierta diciéndome que saliese de ahí, como ‘tú también llevas’. Pensé que no me metía ahí ni loco”, ha puntualizado.