Alejandro Soler ha transformado su vida por completo gracias a una pasión que comenzó como una simple curiosidad durante la pandemia. Este instructor de CrossFit, siempre ambicioso en el deporte, ha batido 91 Récords Guinness en solo tres años, convirtiendo cada marca en un nuevo desafío personal. Ahora, con la mirada puesta en alcanzar los 100, Soler comparte en esta entrevista con ElPlural.com sus reflexiones sobre los sacrificios, la emoción y el esfuerzo que le han permitido compaginar su pasión por romper límites con su vida diaria.

Estos récords me han dado muchas alegrías, pero he tenido que sacrificar relaciones sentimentales, amistades y quedadas sociales

 

P. ¿Qué te llevó a intentar tu primer récord Guinness?
R.
Todo comenzó durante la pandemia del COVID-19. Un buen amigo me envió un vídeo de un chico batiendo un récord Guinness relacionado con la calistenia, que es la disciplina en la que me suelo mover. Ese vídeo despertó en mí una curiosidad, y a partir de ahí empecé a buscar récords Guinness relacionados con la calistenia. En junio de 2020, batí mi primer récord.

P. ¿Cómo ha sido el proceso de lograr batir 91 récords desde el año 2020?
R.
Desde que batí mi primer récord Guinness hasta ahora ha sido un no parar. Aunque tengo un trabajo regular como instructor de CrossFit y clases dirigidas, batir récords Guinness se ha convertido en mi segundo trabajo. No hay semana en la que no esté entrenando, grabando o enviando evidencias para la verificación de Guinness. Este ritmo de vida se ha vuelto mi rutina cotidiana.

P. ¿Cómo logras compaginar tu vida personal con este nivel de dedicación?
R.
Ha sido bastante difícil. Realmente, me ha costado alguna que otra relación sentimental. Estos récords me han dado muchas alegrías, pero he tenido que sacrificar relaciones sentimentales, amistades y quedadas sociales. Muchas veces he tenido que decir "no" a reuniones con amigos porque estaba entrenando o grabando. Sin embargo, a mí me ha compensado.

Este récord no se pudo hacer en España, tuve que viajar a Miami, donde encontré a un piloto tan "zumbado" como yo

P. Uno de tus récords más impresionantes fue el de 26 dominadas en L desde un helicóptero en vuelo. ¿Cómo fue esa experiencia?
R. Ese récord fue uno de los más difíciles y gratificantes a la vez. No fue fácil de gestionar. Para empezar, no se pudo hacer en España porque ningún piloto estaba dispuesto a asumir el riesgo. Tuve que viajar a Miami, donde encontré a un piloto tan "zumbado" como yo, dispuesto a intentarlo. Este proceso me llevó más de un año entre la gestión del viaje, la contratación del piloto y del equipo de grabación. Todo esto implicó no solo un desafío físico, sino también mental y económico. Es más, meses antes fui a Mallorca y un piloto extranjero que tenía una empresa allí aceptó, pero una vez llegué creo que él no era consciente de lo que iba a hacer, y cuando se dio cuenta realmente, al final reculó.

P. ¿Y tu familia? ¿Cómo reacciona tu entorno cercano a este tipo de retos?
R. Mi familia me decía que era algo fuera de lo común, pero poco a poco fueron entendiendo que esto es lo que me apasiona. En el caso del récord del helicóptero, fue particularmente llamativo para ellos. La idea de viajar a Miami para colgarme de un helicóptero les parecía bastante peligrosa, pero quienes me conocen bien saben que necesito esa adrenalina y los nervios que vienen con los desafíos extremos.

P. ¿Desde siempre te han llamado la atención este tipo de retos?
R.
Sí, desde pequeño. Cuando era niño practicaba taekwondo y llegué a ser campeón de España. Competía constantemente hasta que una lesión en la rodilla me obligó a dejarlo. Desde entonces, he sido muy ambicioso en todos los deportes que he practicado y siempre he querido competir.

Uno me llama más la atención que otro, pero al final quiero romper todos

P. ¿Cómo eliges los récords que decides intentar?
R.
Todos mis récords están relacionados con la calistenia, trabajando con el peso corporal: flexiones, dominadas, subir cuerdas...Voy viendo qué récords existen en este ámbito y me propongo superarlos. Normalmente, me fijo tres o cuatro récords y me pongo a entrenar para ellos. Uno me llama más la atención que otro, pero al final quiero romper todos. Quiero mejorar todas las marcas y que el récord tenga mi nombre.

P. ¿Alguna vez te has planteado dejar de romper estos logros?
R.
Nunca he querido dejarlo por completo, pero sí he tenido peores momentos. Creo que de mis 91 récords, unos cinco o seis fueron denegados por cuestiones técnicas o errores en la ejecución. Esto puede ser desmotivador, especialmente cuando pones tanto esfuerzo. Sin embargo, después de unas semanas, me recupero mentalmente y solo suelen ser malas rachas.

P. ¿Tienes algún equipo que te ayude con la logística?
R.
No tengo un equipo fijo. Guinness exige ciertos testigos y grabaciones para validar los récords, pero todo lo gestiono yo mismo. Mis amigos me ayudan a grabar, aunque ya están un poco cansados después de 91 récords. Uso cámaras, GoPros y móviles para documentar cada intento. Es un trabajo en equipo en cierto modo, pero realmente soy yo el que dirige todo este proceso.

 

Si todo va bien, para marzo o abril del próximo año habré alcanzado los 100 récords Guinness

 

P. ¿Cuál es el próximo récord que te gustaría realizar?
R. El 21 de diciembre intentaré batir el récord de muscle-ups en 12 horas aquí en La Marina, Elche. Será uno de los más duros por la duración y la intensidad, pero me entusiasma. Si todo va bien, para marzo o abril del próximo año habré alcanzado los 100 récords Guinness.

 

boton whatsapp 600