Forma parte del Equipo de Búsqueda y Rescate (BREC) de la Secretaría de Marina-Armada de México, posee unas grandísimas cualidades de rastreo de otras personas y cuenta con más de 50 rescates por todo el mundo a sus espaldas.

Podríamos estar hablando de una persona, pero en esta ocasión la descripción alude a un labrador de siete años. Su nombre es Frida, una auténtica veterana entrenada en el rastreo de narcóticos y explosivos con cualidades para la búsqueda de personas. Ahora mismo apoya en las labores de salvamento en el colegio Enrique Rébsamen (México), donde se mantiene atenta a su olfato con la esperanza de localizar a más personas tras derrumbarse una parte de la infraestructura.

La gran heroína canina

Desde los dos meses de edad, Frida fue entrenada en actividades relacionadas con la búsqueda de narcóticos y explosivos, aunque sus mayores cualidades han sobresalido por localizar y rescatar personas, gracias a su identidad intrépida y dinámica.

Además, participó en más de 50 rescates. El más reciente, aquel relacionado con la búsqueda y localización del cuerpo de una persona que quedó atrapada en los escombros del Palacio Municipal de Juchitán (Oaxaca).

Pero, ¿cómo consiguen ayudar estos caninos? Frida es uno de entre muchos ejemplos de perros de rescate que están entrenados para detectar a personas que están atrapadas en zonas desastrosas. Gracias a su tamaño, pueden llegar a lugares de difícil acceso y, una vez logran hallar un rastro, ladran para avisar a su compañero humano.

En el caso de los labradores, su gran resistencia al agua hace que no sea un impedimento realizar sus labores en zonas lluviosas, como está ocurriendo ahora mismo en México.