Sylvester Stallone interpretó en "Acorralado" a John Rambo, un excombatiente de la guerra de Vietnam que a su vuelta a EEUU fue tratado como un desecho por los ciudadanos que él creyó defender. Un hombre de mirada triste, repudiado por la sociedad, que conseguía representar con su sufrimiento el rechazo de una América que por primera vez en la historia despreciaba a sus soldados. Un profundo personaje cuyo nombre tocó tal fondo, que ha servido de mote para un nazi de El Bierzo.

No sabemos si Miguel Antonio Reguera González sería capaz de comer cosas que harían vomitar a una cabra; lo que está claro es que sus filias por las armas y el nazismo le convierten en un hombre quizás, más peligroso que John Rambo. La versión casposa de Stallone tenía una manera bastante curiosa de invertir su tiempo libre: grabarse disparando armas a carteles con símbolos antifascistas. Una costumbre posiblemente normal en un mundo como el nazismo pero que resulta llamativo en la pedanía de Quilós (León). 

A raiz de su faceta de youtuber pistolero, fue denunciado ante la Guardia Civil por la Plataforma Antifascita de El Bierzo. Después de la denuncia, se registró la vivienda de Miguel Antonio Reguera y se comprobó su amor por el supremacismo blanco. Durante el registro, las autoridades encontraron  tres escopetas, dos carabinas, cuatro rifles, tres pistolas, una pistola detonadora y dos revólveres. Por otra parte tampoco andaba mal de munición: Se hallaron 74 cartuchos tildados de munición de guerra, al igual que 427 cartuchos de munición normal, dos cargadores y cinta de ametralladora. La cosa no acaba aquí, ya que la versión española de Seth Ryan contaba con 261 gramos de pentrita, un fuerte explosivo. Todo esto sin contar las bayonetas, bates de beísbol, navajas, cuchillos y machetes. Un arsenal dentro de un templo dedicado al nazismo. Un amante del RAC (rock anti comunism), en cuyo dormitorio se pudieron encontrar banderas nazis, simbología de las SS y demás elementos de odio.

El juicio, 5 años después

Era abril de 2010 y el caso del John Rambo del Bierzo comenzó un periplo judicial que duró 4 años, ya que no sería hasta 2014 cuando el Juzgado de Instrucción número 1 de Ponferrada terminara el sumario 1/2014 con la petición de la Fiscalía de 11 años de prisión en 2015 para finalmente en noviembre de ese mismo año se produjera el juicio. De los 11 años por un delito de depósito de munición de guerra, tenencia ilícita de armas y de sustancias explosivas que pedía la Fiscalía, se aceptó que su condena fuera rebajada a tan sólo 4 años. ¿La razón?: dilaciones indebidas

6 años después de que la Guardia Civil entrara en su casa, la sentencia quedó reducida a 10 meses diez meses de trabajos comunitarios, con la condición de que el acusado no volviera a cometer ningún delito. El tribunal alegó que “los hechos enjuiciados datan de hace más de seis años, al punto de haberse estimado en la sentencia la concurrencia de la circunstancia atenuante muy cualificada de dilaciones indebidas, que el penado merece la consideración de delincuente primario, que la sentencia dictada no impone obligación de reparar daños o perjuicios, que no se conoce que el penado tenga otros procedimientos abiertos y que colaboró eficazmente al esclarecimiento de los hechos".

Como en varias ocasiones en la historia, el nazi encontró ayuda en la iglesia. Jesús Álvarez, sacerdote de Cacabelos, lideró una recogida de firmas además de formular cada domingo desde su púlpito soflamas para defender a Miguel, llegando a pedir a los feligreses durante la eucaristía que rezaran en aras de su liberación.

La redención de un nazi

El pasado 31 de agosto, se cumplieron los ya citados 10 meses de trabajos a la comunidad. Miguel Antonio Reguera es libre a pesar de contar con un arsenal en casa (explosivos incluídos) y su evidente apología a un régimen como el nazismo. 10 meses trabajando para la parroquia en aras de encontrar su redención. El párroco  ha defendido a su vecino diciendo que "ha estado trabajando en Cáritas en ayuda a las familias necesitadas que nosotros ayudamos y en puestos de almacén y distribución de alimentos, encargado del almacén, preparando los lotes y recibiendo a la gente para tomar datos y demás, como hace cualquier voluntario". Además, apuesta por su continuidad: "Va a seguir colaborando".

A diferencia de la saga Rambo, esperemos por el bien de todos, que la historia de su versión cañí, no tenga más capítulos.