Somos una especie admirable. Hemos sobrevivido a otro fin del mundo y no nos hemos enterado. A estas horas, según la profecía, Nibiru debía de haber chocado contra la Tierra. Tras el impacto, habríamos sido achicharrados por la bola de fuego resultante. Lo cierto es que hoy el día se ha levantado fresco. 

Teorías sociales

Es la fascinación que nos producen este tipo de teorías. O más aún aquellos que las idean y los que las profesan. Con el auge de las redes sociales y el vídeo como formato al alcance de todos tanto en la creación como en la reproducción (del vídeo), tenemos más acceso a ellos. Y resulta más divertido.

En este caso, todo nace de la mente inquieta de David Meade, un polifacético escritor que pergeñó su paranoia hace unos años mezclando aspectos de las matemáticas, la interpretación bíblica, la astrología y buenas dosis de imaginación desbocada.

Números que suman 23
Dice Meade que una extraño planeta X vaga por el espacio en rumbo de colisión con la Tierra. Según sus cálculos, la fecha dramática es el 23 de septiembre de 2017. Cálculos que no son exactamente físicos. Los científicos se han cansado de explicar que no existe ningún planeta dirigiéndose a la Tierra. Meade fija la fecha en función de complicadas cábalas numerológicas, esa disciplina que consiste en sumar los dígitos de las fechas de nacimiento hasta que den 3 o 7.   

El caso es que ese día 23 de septiembre fue como cualquier otro. Salió el sol, la gente fue a trabajar, volvió con sus familias a quererse, se puso el sol y se acabó. Así que Meade rehizo sus cálculos, que es una de las ventajas de la numerología. La nueva fecha es este 23 de abril.

Una vez que nos hemos entretenido un rato con los delirios del señor Meade podemos volver a lo importante. A ver si conseguimos evitar este fin del mundo a cámara lenta que sí es real.